domingo, 30 de junio de 2013

FreeCAD, un 3D libre que promete sin más

En la anterior entrada de este blog dimos un salto cualitativo al acercarnos a un programa de modelado en tres dimensiones que ofrece resultados profesionales. Hoy damos unos cuantos pasos atrás para, sin salirnos del 3D, conocer una aplicación que, dentro de su sencillez, puede que en unos años cubra unas expectativas hoy insospechadas. Se trata de FreeCAD y, si bien está muy por debajo de Blender en cuanto a posibilidades y resultados, merece un punto de atención por las alegrías que pueda depararnos en un futuro.

La versión sobre la que hago esta entrada es la 0.10, que es la que puedo instalar desde la línea de comandos de Debian Squeeze, aunque la última es la 0.13. Eso sí, antes hay que instalar un montón de dependencias mediante el comando sudo apt-get build-dep freecad. Son más de 400 megas de librerías y software accesorio que el sistema estima necesarios para correr el programa.

FreeCAD es una aplicación de modelado paramétrico, es decir, que en base a unos parámetros definidos podemos ir modificando nuestro modelo sobre la marcha para ir encajando cada nuevo elemento en el todo. No es ni el primero ni el único, y los habrá mucho mejores (esta versión 0.10 se queda algo parca) pero lo interesante será ver su evolución. Sirve tanto para arquitectura como para ingeniería y, como ocurre con cualquier software de este tipo, requiere un tiempo de adaptación hasta habituarse a su uso.


Hablando ya con más profundidad, con FreeCAD podemos crear las típicas primitivas, extruir, realizar operaciones booleanas y algunas operaciones algo más complejas, así como las clásicas operaciones de edición (mover, escalar, girar...). También permite la inserción de elementos 2D como líneas, polígonos, textos y cotas. La salida a render es uno de sus talones de Aquiles ya que en esta versión simplemente no existe. Lo más que podemos hacer es exportar nuestro modelo en formato de trazado de rayos POV-Ray, para renderizarlo con una aplicación externa, un punto más que desfavorable que espero corrijan en versiones posteriores. Al menos permite exportar los modelos a ficheros .dxf, pero ignoro si saldrán muy trastocados. También podemos exportar las vistas proyectadas en 2 dimensiones al formato .svg.

Cuenta con barras de iconos para las diferentes vistas, creación y edición de primitivas, pero se me antojan insuficientes o poco claros. La forma de editar los objetos me parece algo confusa, y no se le saca mucho partido al botón derecho del ratón, aunque lo incomodo de moverme por el espacio tridimensional ha sido de largo lo que más me ha disgustado.

Teniendo Blender al mismo precio hoy día no hay color en la comparación, pero como apuesta de futuro para GNU/Linux es interesante y merece la pena seguir su evolución. Eso sí, espero que lo pongan más fácil con la instalación, porque si he tenido que hacer este post con una versión antigua ha sido por la imposibilidad de instalar la más reciente. Dependencias incumplidas que no se resuelven, librerías que trastocan otras partes del sistema e instrucciones poco accesibles para profanos no hacen sino echar para atrás a quien quiera acercarse al mundo del software libre. No siempre merece la pena echar tantas horas frente al ordenador.

sábado, 15 de junio de 2013

Blender, la respuesta libre para modelización y animación en 3D

Desde el comienzo de este blog hemos tratado aplicaciones que, ya fueran para arquitectura o dirigidas a ingenieros, tenían en el 3D su aspecto menos trabajado. Ya es hora de hablar de un software que compite directamente en el siempre atractivo campo del renderizado tridimensional con monstruos como 3ds MAX o Maya, y no es otro que Blender.

Tengo que decir que no soy ningún experto en Blender, el cual, como buen programa 3D, contiene numerosas opciones en multitud de paneles de herramientas que me costaría semanas, si no meses, aprender para luego hacer un pormenorizado resumen en este modesto sitio. No estoy en condiciones de asegurar si está a la altura o no de los rivales citados, o de otros, pero sí he visto lo suficiente como para afirmar que este es un programa capaz de hacer grandes cosas y de motivar a un usuario bisoño en 3D (o alguien fuera de este campo desde hace ya tiempo como es mi caso) a aprender más.


Lo mejor de Blender es que es un programa libre y gratuito, descargable sin restricciones desde su página web oficial. Aunque inicialmente está en inglés es posible traducir el interfaz desde su menú de preferencias de usuario. Según la versión esta traducción será más o menos rigurosa, más o menos completa, pero la última versión disponible en el momento de escribir esto, la 2.67b, se nos muestra completamente traducida una vez optemos por el cambio de idioma, al menos en el repaso que he hecho de sus menús y paneles he herramientas. Eso sí, si deciden buscar un manual en la red la mayoría de los que he visto se basan en la versión en inglés.

Pese a que es un software orientado al modelizado y la animación con fines artísticos puede perfectamente servir para presentaciones de arquitectura, aunque tiene un problema: su compatibilidad. Blender solo admite ficheros .3ds del antiguo 3D Studio como formato más conocido para los usuarios habituales de programas de CAD. Es decir, el paso de formato .dwg, por seguir con el estándar, a Blender pasaría primero por exportar a .3ds, operación de cuyo resultado no puedo dar garantías de buen resultado. Pero todo es probar.

Hemos dicho que esta es una aplicación descargable pero también está disponible en los repositorios de la mayoría de distribuciones GNU/Linux, aunque lo más seguro para obtener la última versión es acudir a su sitio web. Personalmente, Blender me ha parecido un programa con muchas posibilidades y me hace lamentar no disponer de más tiempo libre para adentrarme en sus secretos. Apuesto a que no seré el único.

Descargar última versión de Blender.

martes, 4 de junio de 2013

BricsCAD, el mejor clónico de AutoCAD es de pago

Si buscamos un programa de CAD integral en entornos GNU/Linux, completo en 2D y con un 3D mínimamente solvente no tenemos más remedio que rendirnos a la evidencia y acudir al software de pago. Es duro para todo seguidor de la filosofía del software libre pero así están las cosas hoy día, y dentro de ese Contexto BricsCAD es uno de los productos que más lejos llega.

Estamos ante otro clónico del, aparentemente, eterno AutoCAD que, sin haber llegado tan lejos, goza de las suficientes atribuciones para estar en la cúspide de las aplicaciones de dibujo arquitectónico hechas para Linux. Mucho de lo que en su día dijimos del Ares Commander Edition es aplicable a BricsCAD. Sin embargo, encuentro aún mayor sintonía entre el referente al que siempre aludimos y el software objeto de la presente entrada.


No quiero repetir lo ya dicho para otras herramientas aquí tratadas para evitar redundancias (pueden consultar la reseña de DraftSight para tan fin) así que me contentaré con decir que para la delineación en 2D BricsCAD viene sobradamente preparado y cumple con las expectativas más exigentes. Si pensábamos que DraftfSight era completo, añadámosle además el 3D porque así obtendremos BricsCAD. En esta faceta, su retahila de herramientas cubre tanto la creación se mallas como la de sólidos, así como su edición booleana, vistas en perspectiva, iluminación y asignación de materiales. Que nadie espere resultados como el de un 3dsMAX pero ni falta que le hace porque competir a ese nivel no es ni mucho menos el objetivo de sus creadores.

También podemos crear scripts para automatizar operaciones y cargar guiones en distintos formatos entre los que se encuentra el .LSP de AutoLISP, el clásico lenguaje de programación de AutoCAD. También, por supuesto, podemos guardar nuestro trabajo en formato .DWG. En BricsCAD Platinum 13.1.14, que es el objeto de esta reseña, admite hasta la versión de AutoCAD 2010. Y no se crean que el análisis se queda aquí porque me dejo cosas en el tintero, pero con lo visto creo que es más que suficiente para hacernos un juicio más que rotundo.

Tanta diversidad y profusión quizá juegue un tanto en su contra al hacerlo más complejo de manejar, pero no es nada fuera del alcance de cualquier usuario medio de programas de CAD. Si uno está dispuesto a pasar por el aro de pagar licencias, visto lo visto hasta el momento, esta sería muy posiblemente la primera opción a manejar, precios al margen. No tienen más que descargar la versión libre por treinta días y comprobarlo.

Descargar BricsCAD.