Desde el comienzo de este blog hemos tratado aplicaciones que, ya fueran para arquitectura o dirigidas a ingenieros, tenían en el 3D su aspecto menos trabajado. Ya es hora de hablar de un software que compite directamente en el siempre atractivo campo del renderizado tridimensional con monstruos como 3ds MAX o Maya, y no es otro que Blender.
Tengo que decir que no soy ningún experto en Blender, el cual, como buen programa 3D, contiene numerosas opciones en multitud de paneles de herramientas que me costaría semanas, si no meses, aprender para luego hacer un pormenorizado resumen en este modesto sitio. No estoy en condiciones de asegurar si está a la altura o no de los rivales citados, o de otros, pero sí he visto lo suficiente como para afirmar que este es un programa capaz de hacer grandes cosas y de motivar a un usuario bisoño en 3D (o alguien fuera de este campo desde hace ya tiempo como es mi caso) a aprender más.
Lo mejor de Blender es que es un programa libre y gratuito, descargable sin restricciones desde su página web oficial. Aunque inicialmente está en inglés es posible traducir el interfaz desde su menú de preferencias de usuario. Según la versión esta traducción será más o menos rigurosa, más o menos completa, pero la última versión disponible en el momento de escribir esto, la 2.67b, se nos muestra completamente traducida una vez optemos por el cambio de idioma, al menos en el repaso que he hecho de sus menús y paneles he herramientas. Eso sí, si deciden buscar un manual en la red la mayoría de los que he visto se basan en la versión en inglés.
Pese a que es un software orientado al modelizado y la animación con fines artísticos puede perfectamente servir para presentaciones de arquitectura, aunque tiene un problema: su compatibilidad. Blender solo admite ficheros .3ds del antiguo 3D Studio como formato más conocido para los usuarios habituales de programas de CAD. Es decir, el paso de formato .dwg, por seguir con el estándar, a Blender pasaría primero por exportar a .3ds, operación de cuyo resultado no puedo dar garantías de buen resultado. Pero todo es probar.
Hemos dicho que esta es una aplicación descargable pero también está disponible en los repositorios de la mayoría de distribuciones GNU/Linux, aunque lo más seguro para obtener la última versión es acudir a su sitio web. Personalmente, Blender me ha parecido un programa con muchas posibilidades y me hace lamentar no disponer de más tiempo libre para adentrarme en sus secretos. Apuesto a que no seré el único.
Descargar última versión de Blender.
Tengo que decir que no soy ningún experto en Blender, el cual, como buen programa 3D, contiene numerosas opciones en multitud de paneles de herramientas que me costaría semanas, si no meses, aprender para luego hacer un pormenorizado resumen en este modesto sitio. No estoy en condiciones de asegurar si está a la altura o no de los rivales citados, o de otros, pero sí he visto lo suficiente como para afirmar que este es un programa capaz de hacer grandes cosas y de motivar a un usuario bisoño en 3D (o alguien fuera de este campo desde hace ya tiempo como es mi caso) a aprender más.
Lo mejor de Blender es que es un programa libre y gratuito, descargable sin restricciones desde su página web oficial. Aunque inicialmente está en inglés es posible traducir el interfaz desde su menú de preferencias de usuario. Según la versión esta traducción será más o menos rigurosa, más o menos completa, pero la última versión disponible en el momento de escribir esto, la 2.67b, se nos muestra completamente traducida una vez optemos por el cambio de idioma, al menos en el repaso que he hecho de sus menús y paneles he herramientas. Eso sí, si deciden buscar un manual en la red la mayoría de los que he visto se basan en la versión en inglés.
Pese a que es un software orientado al modelizado y la animación con fines artísticos puede perfectamente servir para presentaciones de arquitectura, aunque tiene un problema: su compatibilidad. Blender solo admite ficheros .3ds del antiguo 3D Studio como formato más conocido para los usuarios habituales de programas de CAD. Es decir, el paso de formato .dwg, por seguir con el estándar, a Blender pasaría primero por exportar a .3ds, operación de cuyo resultado no puedo dar garantías de buen resultado. Pero todo es probar.
Hemos dicho que esta es una aplicación descargable pero también está disponible en los repositorios de la mayoría de distribuciones GNU/Linux, aunque lo más seguro para obtener la última versión es acudir a su sitio web. Personalmente, Blender me ha parecido un programa con muchas posibilidades y me hace lamentar no disponer de más tiempo libre para adentrarme en sus secretos. Apuesto a que no seré el único.
Descargar última versión de Blender.
¿Conocéis a algún freelance 3d para trabajos esporádicos de 3D al qué poder subcontratar trabajo de diseño gráfico?
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