lunes, 9 de diciembre de 2013

Floor Plan Creator, bocetos rápidos para móvil y tablet

No es la primera vez que tratamos una aplicación para Android en este blog. Ya ocurrió con AutoCAD WS (actualmente AutoCAD 360) y ahora es el turno de Floor Plan Creator. Se trata de una aplicación para smartphones, y sobre todo para tablets, orientada a la arquitectura, con la que crear bocetos rápidos, y hasta cierto punto exactos, de las plantas de un edificio aprovechando las prestaciones de la pantalla táctil.

No es que se trate de un modelo de exactitud pero uno no tarda en cogerle el tranquillo y rápidamente empieza a crear espacios y añadir elementos hasta que el diseño empieza a tomar una forma más que consistente.


Valga como ejemplo este modelo que he creado en unos pocos minutos. Las distintas herramientas se encuentran fácilmente ya que el programa es bastante intuitivo, pese a lo cual se tarda un rato en hacerse una composición de lugar, como es lógico. Me parece una aplicación útil para levantar un plano a partir de un local ya existente, por ejemplo, saltándose el paso del boceto a mano ya que podemos exportar nuestro dibujo a formato DXF. Eso sí, tanto esta como otras opciones de exportación son de pago, aunque no hablamos más que de entre cuatro y cinco euros.

Personalmente no me gusta trabajar con el dedo, así que hacerse con un lápiz compatible con pantallas capacitivas no es ninguna tontería. Luego está la velocidad de trabajo; yo he probado esta aplicación con una BQ Edison 2 3G de 10", que es una tablet de gama media, y la fluidez de movimientos se va resintiendo a medida que añadimos elementos y complicamos la escena. No es difícil imaginar que a mayor potencia (e inversión económica) menores serán los problemas en este aspecto.

Luego está el tema de librerías. Las que vienen por defecto se antojan insuficientes y deslucen el resultado por su parquedad y diseño antiguo y desfasado. Aunque no debemos olvidar que hablamos de, prácticamente, una aplicación para trabajar a pie de obra en cuestión de minutos. Y para ese menester, si le añadimos además las prestaciones de pago por una cantidad ridícula, me parece que cumple con bastante decencia su cometido.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Utilidad para convertir archivos PDF a DWG

En esta pequeña entrada no voy a hablar específicamente de un producto creado para entornos GNU/Linux, sino de una pequeña utilidad bajo Windows que, para más inri, es de pago. Pero tampoco me parece sano caer en talibanismos y enrocarse hasta el punto de apartar la vista de todo aquello que no sea el código abierto. Además, esta utilidad la pueden ejecutar bajo un Linux a través o de Wine o, como es mi caso, en un Windows dentro de una máquina virtual.

Se trata de PDF To DWG, una sencilla herramienta que permite el paso de un documento en PDF al DWG de AutoCAD sin tener que pasar por el siempre molesto formato de intercambio DXF. En este último caso, es frecuente que se pierdan escala y grosores de línea o se descompongan cotas y sombreados. No garantizo que esto no ocurra con esta aplicación de la que hablamos ya que la versión gratuita descargable no permite el archivado del documento DWG para su posterior examen sino solo una visualización bastante simple. De hecho, me extrañaría que el cambio de formato fuera limpio y sin pérdida o alteración de información.

El intercambio de formatos en moneda común en un estudio de arquitectura, por lo que conocer una herramienta como esta puede resultar interesante, así que ahí queda.

Descargar PDF TO DWG.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Synfig Studio, animaciones vectoriales al estilo Flash

Uno de los campos que más juego ha dado en los últimos años dentro del mundo del diseño gráfico es el del diseño web. Las animaciones Flash son conocidas por cualquier internauta medio, así como los problemas que surgen  por los conflictos que su reproductor provoca. Es este área se mueve Synfig Studio, una herramienta para GNU/Linux que opera con animaciones vectoriales orientadas a la web.

Disponible en los repositorios de su distribución favorita, la mecánica básica de este software es sencilla y conocida para quienes hayan trabajado alguna vez con Flash: animaciones 2D con un punto de partida y un punto final en las que el programa se encarga de generar los pasos intermedios. Quizá Synfig Studio sea algo menos intuitivo que Flash (el que yo conocía aún era conocido como Macromedia Flash) pero, al menos para nuestras primeras animaciones bastan unas nociones básicas que podemos encontrar fácilmente por la red.


Como ocurre con todo lo relativo al diseño, la eficacia de esta aplicación la determina en gran medida la imaginación del usuario. Sabemos que podemos crear fotogramas clave en los que producir cambios en la animación como deformaciones, morphing, desplazamientos, interpolaciones de movimiento, cambios de color, movimiento a través de trayectoria, bucles... También admite elementos como gradientes y dispone de capas de efectos como distorsiones y fractales. Quizá cueste un poco hacerse a la ubicación de las herramientas y aprender como funciona cada una pero no debería ser un obstáculo si queremos usar Synfig Studio.

Podemos salvar nuestras animaciones a vídeo en formato GIF o MPEG como los más conocidos, o en sucesión de fotogramas individualizados, modificando los frames por segundo y la resolución final a nuestro antojo. También podemos cargar scripts que nos ayuden en el proceso si lo creemos necesario. Como aspecto negativo destacaría la disposición de ventanas y paletas, cada una por su lado, cosa que siempre me disgusta. También echo de menos poder salvar las animaciones en formato SWF de Flash.

Puede que esta aparente ser una aplicación de escaso perfil profesional pero, como ya he dicho, la imaginación es el límite. No es necesario disponer de las más modernas herramientas cuando se tienen buenas ideas y ganas de llevarlas a la práctica. Y en tal caso, Synfig Studio es un programa que merece la pena probar.

sábado, 26 de octubre de 2013

KompoZer, un sencillo pero efectivo editor web

Para crear o editar páginas web solo hace falta un sencillo editor de texto, cual simple bloc de notas. Y los conocimientos necesarios de lenguaje HTML. Si no se dispone de lo segundo existen aplicaciones gráficas que simplifican la tarea escribiendo el código por uno mientras insertamos imágenes, tablas o formularios. Y dentro de GNU/Linux KompoZer es uno de los que más solera tiene.

No vamos a engañarles: KompoZer es un editor web simple que carece de las funcionalidades de las herramientas profesionales que hoy día existen para Windows o Mac. Aunque también hay que decir en el mundo de la creación web la imaginación es casi un arma tan potente como los conocimientos técnicos o las aplicaciones avanzadas.


La pantalla de trabajo inicial no ofrece lugar a muchas dudas: una columna con los elementos web jerarquizados, el área de trabajo y un espacio inferior donde visualizar y modificar el equivalente en código de los elementos que vamos añadiendo. Estos son los clásicos de todo editor web como imágenes, tablas, formularios, enlaces, enlaces internos y líneas horizontales. También es posible insertar código HTML externo y PHP. No es posible añadir marcos o frames por métodos gráficos pero sí, nuevamente, mediante código.

También podemos hacer uso de plantillas gracias a un editor CSS y así automatizar procesos y evitar repetir tareas. KompoZer 08b3 está en los repositorios de Debian 7.1 y apuesto a que en los de otras distribuciones. Por defecto viene en inglés pero ya expliqué aquí como traducirlo al español. En fin, nadie se sentirá defraudado con este programa porque rápidamente enseña sus cartas.

miércoles, 23 de octubre de 2013

K-3D, un caótico batiburrillo para 3D

Es difícil hacer una evaluación de un programa de CAD cuando muchas de las opciones que podrían distinguirlo no funcionan o aparentan estar cercenadas. Es lo que me pasa con K-3D, una aplicación de diseño 3D que se encuentra en los repositorios de Debian 7.1 y que presenta un aspecto bastante prometedor en su primer vistazo, pero que decepciona en cuanto uno percibe la cantidad de herramientas que tiene a mano y que no se encuentran disponibles.

Crear primitivas en K-3D es muy sencillo, así como movernos espacialmente a su alrededor, muy al estilo de Blender. Otra cosa es renderizar, cosa que la versión 0.8.0.2 no es capaz de hacer ya que, al parecer, carece de un motor de renderizado propio. Y los que puedes elegir no dan resultado alguno.


Las paletas de iconos son claramente insuficientes, mientras que los menús están saturadísimos de opciones hasta el punto de tener que recorrerlas con la rueda del ratón para verlas todas. Mención aparte merecen sus paneles de información de entidades, confusas y que perjudican la interacción con el usuario. Para extruir o dividir caras nos tenemos que ir a los complejos menús o aprendernos la tecla a tal efecto. Operaciones básicas como booleanos o mapeados cuesta averiguar como realizarlas, y todo ello va incrementando la sensación de dificultad y tedio a medida que pasan los minutos.

A todo lo anterior añadiré que el programa se me ha cerrado varias veces durante mis visionados, con lo que debemos estar ante una versión no demasiado estable. Es una pena porque hay cosas a destacar, como el área de dibujo, muy interactiva, o las pocas barras de iconos que aparecen disponibles. Quienes aprecien trabajar con NURBS también agradecerán la posibilidad que ofrece K-3D de funcionar con este tipo de superficie.

Pero mientras no solucionen la amigabilidad de su entorno gráfico y pongan un poco de orden en todas las herramientas que ponen a disposición del usuario, pocos serán los que decidan echarle horas para dominarlo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Krita, una herramienta para ilustradores

Dentro de los entornos GNU/Linux la aplicación de retoque fotográfico que más recorrido tiene viene siendo GIMP, de la que ya hablamos en este blog. No obstante, existe un software que pretende arrebatarle ese cetro y no es otro que Krita. Su argumento diferenciador es que está más orientado a la ilustración partiendo desde cero más que al retoque, pero puede servirnos para ambas cosas dependiendo de nuestra habilidad con los pinceles.

Vaya por delante que no creo que estemos hablando de realizar una ilustración "a mano alzada" utilizando el ratón. Lo he intentado y les aseguro que son instantes lo que uno tarda en darse cuenta que esa no es manera. No es mi mundo pero no es difícil suponer que para algo están las tabletas digitalizadoras con sus lápices ópticos.



Cuando uno abre una imagen con Krita y empieza a buscar opciones para trabajar rápidamente detecta que los menús están menos poblados que en GIMP. No es algo necesariamente malo si objetamos de nuevo las intenciones con las que parece creado este software. De primeras me fijé en que las herramientas de selección propias de un programa de retoque fotográfico (lazo, varita mágica, polígono...) no existen, y otras opciones habituales de ajuste de imagen las ventila someramente en un submenú de filtros. Dichos filtros tienen opciones ya conocidas pero en menor cantidad y variedad. No parece éste Krita que sea un serio competidor para GIMP.

Por contra, observo que el fuerte de Krita son los tipos de pinceles a nuestra disposición, muy numerosos y susceptibles de serles aplicados también un buen número de filtros. Está claro que su apuesta  es más por la creación, ya sea desde cero o a partir de algo ya hecho, que la simple modificación de un modelo. Esa me parece la vocación con que fue creado y lamento no disponer de tableta ni de tiempo para explorar más en profundidad sus posibilidades en el campo de la ilustración. La imaginación del usuario es, probablemente, la mayor limitación de este programa.

Si quieren saber más les invito a que lean este artículo, bastante pormenorizado. Y sus comentarios.

martes, 15 de octubre de 2013

SketchUp, un vistoso 3D bajo Windows que funciona a través de Wine

Antes o después tenía que llegar. No soy muy partidario de utilizar aplicaciones Windows ya que el fundamento de GNU/Linux es desterrar el uso de software privativo pero hay aplicaciones de las que hay que hablar, aunque sea a través de Wine. Sí, el emulador de Windows disponible en toda distro Linux y que nos permite ejecutar, con mayor o menor fortuna, programas creados para el sistema operativo del tito Bill.

Por lo que tengo visto, el éxito de Wine corriendo aplicaciones Windows en Linux es inversamente proporcional a la complejidad de dichas aplicaciones. Dicho de otro modo, he leído internautas lamentando el flojo resultado obtenido con AutoCAD, SolidWorks o Photoshop bajo Wine en esta o aquella distribución (que si no me funciona esto, no me aparece lo otro...), mientras que para herramientas mucho más simples el rendimiento ha sido satisfactorio.

No obstante, con SketchUp estamos posicionados sobre la línea que delimita lo simple de lo complejo. Se trata de un programa para diseño 3D en el que sorprende lo rápido que podemos obtener resultados vistosos sin tener que leernos páginas del manual o buscar equivalencias con otros programas ya conocidos.


Sin ir más lejos, el modelo que figura en la captura que ilustra esta entrada lo he creado en apenas unos minutos y sin conocimiento previo del programa. Todo es muy intuitivo y rápidamente se hace uno con él. Y lo que es mejor, va uno comprobando lo que va construyendo según lo va construyendo, sintiéndose animado a continuar y a dar rienda suelta a la imaginación.

Poniéndonos un poco más técnicos, los modelos de SketchUp parten de primitivas simples en dos dimensiones, las cuales podemos extruir y revolucionar a golpe de ratón de una forma sencilla y fácil de aprender hasta obtener entidades más complejas. También podemos aplicar texturas, las cuales podemos modificar y personalizar, y designar cámaras y luces que arrojarán las siempre agradecidas sombras. Google, antiguo propietario del programa, pone a disposición de usuario su biblioteca de modelos, pero yo no he logrado conectar con ella para descargar alguno; ignoro si esta posibilidad existe sin pasar antes por caja.

SketchUp 8.0.14346 trabaja con caras, por lo que todos nuestros objetos son huecos y hay que cuidar el no dejarse una tapa sin poner. Si queremos trabajar con sólidos tenemos que pasarlos a la versión Pro, por la cual ya sí que hay que pagar. También señalaré que a pesar de su aparente sencillez un ordenador medianamente viejuno renqueará a medida que vayamos añadiendo elementos y complicando la escena. Y ya que las menciono, también es posible crear escenas animadas.

La verdad es que me agrada la facilidad de manejo y lo rápido que podemos obtener un boceto resultón. Eso sí, para conseguir un render profesional necesitaremos una aplicación externa, como pueda ser Vray. Con el SketchUp gratuito podemos construir la geometría, darle un acabado básico y tal vez hacer una animación sencilla. Ahí paramos de contar. Tampoco los formatos de exportación facilitan llevar nuestros modelos a otra plataforma, algo que también queda para la versión Pro.

En fin, sigue siendo freeware, aunque no del tipo que esperaríamos. Pero no me he llevado una mala impresión para funcionar dentro de Wine, el cual puede darnos la de cal o la de arena en función de la caña que le demos. Pienso que una aplicación como esta puede dar mucho juego para ofrecer bocetos rápidos y visualizar geometrías que den idea del resultado final de un proyecto. A pesar de Wine.

Descargar la última versión de SketchUp.

lunes, 14 de octubre de 2013

Una opción válida para exportar archivos de AutoCAD a Blender

Ya hemos hablado en este blog de Blender como una magnífica alternativa al software más conocido en el campo del diseño 3D y la postproducción. Lo malo es que para los habituales del 3D constructivo presenta un grave impedimento que pueda generalizar su uso y es la incompatibilidad con formatos estándar como el .dwg y .dxf.

De hecho, en el primer caso, el archiconocido formato de AutoCAD, la incompatibilidad es total. No hay opción de exportar los archivos .dwg a Blender así que solo nos queda el formato de intercambio .dxf. Pero tampoco es un prodigio de buen funcionamiento; de hecho a mi me responde con el siguiente error:


Así no hay manera de poder exportar un sencillo dibujo en 3D (un simple cubo, no se crean que me he complicado) realizado en AutoCAD. Lo he intentado con la versión 2007 y no hay manera.

Como último recurso Blender nos da la opción de importar en formato .3ds, la extensión del añejo 3DStudio. AutoCAD ya no ofrece esa alternativa de exportación a partir de la versión 2007 pero es posible instalarle una extensión para que incorpore el antiguo comando 3DSOUT y, de tal forma, exportar los modelos 3D a formato .3ds. Para ello hay que irse al entorno desde el que está corriendo AutoCAD (sí, Windows...), descargarla desde aquí y seguir las instrucciones del fichero Readme.



Ya les adelanto que una vez descargado y descomprimido obtendrán un archivo de extensión .arx; después hay que introducir el comando appload en la línea de comandos de AutoCAD, se abre un letrero de diálogo donde seleccionamos el archivo .arx, se carga y después cerramos el letrero de diálogo. Así AutoCAD ya está preparado para utilizar el comando 3DSOUT y exportar a .3ds. Pero lo mejor es comprobar como Blender lo lee sin problemas. Es cierto que ha sido un elemento 3D sumamente simple y para valorar en toda su magnitud la eficacia de este proceso habría que probar con algo más complejo, pero la extrusión de la primitiva inicial se ha mantenido así como la operación booleana realizada después, y comprobamos que el objeto está formado por caras triangulares sin que haya problemas con las aristas. Merece la pena intentarlo con diseños más complicados.

Quizá hemos hablado más de la cuenta de software no libre y de pago, pero tampoco podemos darle la espalda por completo a la realidad que vivimos. Quede este post como un pasito más en la buena dirección.

lunes, 7 de octubre de 2013

Solucionar problema instalando Medusa4 en Debian 7.1

En los comentarios de la entrada dedicada la aplicación germana de CAD Medusa4 me han señalado un error producido al iniciar su instalación en Debian 7.1. Aquella entrada la realicé tras probar el programa en Debian 6 y no recuerdo que tuviera ningún problema. He repetido todo el proceso ahora que también dispongo de la versión 7.1 y, efectivamente, el error se produce:

No protocol specified
csginst: cannot connect to X server :0

Voy a ser sincero: he dado con una solución pero no la acabo de comprender.

En este foro se habla de como conectar al X server con sudo. Dado que el problema, según el mensaje de error, deriva de la imposibilidad de conectar con el X server entendí que podía encontrar la solución aquí.

Antes de seguir, hay que decir que el X server es un programa del X Window System que se ejecuta en las máquinas locales (es decir, en ordenadores usados directamente por los usuarios) y se ocupa de los accesos a las tarjetas gráficas, pantallas y dispositivos de entrada como teclados y ratones.

En dicho post se apunta la siguiente solución:

# xhost local:root
# sudo DISPLAY=$DISPLAY gedit /etc/profile

Dos líneas a teclear en el terminal. Al introducir la primera se nos devuelve lo siguiente:

# non-network local connections being added to access control list

Aquí nos dice que las conexiones de fuera de la red se han añadido a la lista de control de acceso. Si alguien quiere saber más sobre estas listas le recomiendo que entre aquí.

La segunda línea nos habla de la variable de entorno DISPLAY, cuyo valor podemos consultar tecleando echo $DISPLAY. Supuestamente se hace un añadido al archivo /etc/profile, y es cierto que su fecha y hora de modificación cambia a las del momento en que se introduce el comando, pero no acierto a averiguar en qué reside el cambio. Además, no me ha sido posible emplear gedit por lo que he utilizado nano, siempre como root.

El caso es que, tras este par de pasos, la instalación ha ido por los derroteros esperados y ya tengo funcionando Medusa4 bajo Debian 7.1. Se aceptan aportaciones para ayudar a entender lo que hemos hecho.

jueves, 3 de octubre de 2013

Poner el editor web KompoZer en español

Más pronto que tarde tendré que hablar en este espacio de KompoZer, quizá el editor de páginas web más popular en entornos GNU/Linux. Para ir facilitando las cosas hoy solo explicaré como traducir sus menús y letreros de diálogo, por defecto en inglés, a lengua española.

Asumiendo que ya han instalado el programa con un sudo apt-get install kompozer nos vamos ahora a la página de descargas de kompozer.net y nos bajamos tanto el diccionario como el language pack, que son los archivos kompozer-0.8b3.es-ES.xpi y myspell-dict.es-ES.xpi.

A continuación abrimos KompoZer y nos vamos al menú Tools > Extensions. Una vez allí buscamos en botón Install y elegimos el archivo de extensión .xpi con el idioma que nos acabamos de descargar. Si nos pide reiniciar le haremos caso y, voilà, ya lo tenemos en español. La instalación del diccionario ya podremos hacer en ese momento, aunque es opcional.

El trabajo hay que atribuírselo a esta página.

martes, 17 de septiembre de 2013

gCAD3D, rocoso y poco amigable

La idea con que nació este blog es encontrar alternativas en GNU/Linux para los profesionales del CAD y el diseño que se pudieran acercar a sus hermanos de pago. En el caso del diseño asistido por ordenador, siempre orientado a la arquitectura y la ingeniería, aunque también al interiorismo o el paisajismo, AutoCAD es la piedra de toque, el espejo en que siempre nos fijamos para evaluar si un software cumple o no con unos requisitos mínimos.

La aplicación de Autodesk ha calado tan profundamente entre los profesionales del ramo que en el momento en que aparece un programa con la idea de restarle cuota de mercado raudo va uno a establecer semejanzas y comparaciones. Normalmente buscamos similitudes a la hora de encontrar las herramientas para ponernos a dibujar casi en el momento. Hallar esa inmediatez es, para mi gusto, el primer motivo para comenzar a hablar bien de un programa de CAD. Inmediatez que no he encontrado en gCAD3D.



Este es un software basado en la especificación OpenGL, descargable en inglés y que dispone la posibilidad de traducirlo al español en su menú de ayuda, pero es una traducción parcial que desesperará al que la barrera del idioma se le antoje insuperable. Como tal software, viene preparado para trabajar en entornos 3D con opción de texturizado, pero su entorno gráfico no es precisamente el más amigable que me he encontrado. Quizá sea un error buscar siempre el orden y equilibrio que conocemos en aplicaciones como BricsCAD o DraftSight, pero me parece una realidad poco sujeta a debate que la inmensa mayoría de usuarios de CAD provienen de plataformas Windows, esto es, AutoCAD, MicroStation, SolidWorks, Catia... Toda semejanza con lo ya conocido siempre será un punto a favor, algo que los creadores de gCAD3D no parecen haber tenido en cuenta.

Por lo que he visto, en control en la creación de entidades no es precisamente ejemplar, y cuesta encontrar un modo dinámico de moverse por el espacio tridimensional. Uno no sabe bien en qué punto de dicho espacio está posicionando los objetos que va creando ya que no he sido capaz de variar el punto de vista. La edición tampoco me ha parecido mucho mejor, cuesta saber qué herramienta es la que en ese momento está activa. No dudo que este programa tenga posibilidades pero sí que su aprendizaje no sea tortuoso a menos que se disponga de un buen manual. Además hay que añadir que esta versión 2.12 debe estar aún en fase de desarrollo porque se me ha cerrado varias veces durante las probaturas, perdiendo lo poco había conseguido hacer.

Si hay tiempo y ganas quizá merezca la pena echarle horas para hacerse con él. Pero los responsables de gCAD3D deberían tener presente que el tiempo es oro y a nadie le sobra.

Descargar última versión de gCAD3D.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

BRL-CAD, en las antípodas de la usabilidad

En mi peregrinar por la red en busca de aplicaciones para CAD en entornos GNU/Linux a veces veo nombrar programas que cumplen las expectativas generadas, pero lo más común quizá sea lo contrario. Puede ser porque la herramienta en cuestión esté aún muy verde y ofrezca pocas prestaciones al usuario, o porque el concepto en que se basa se encuentre en las antípodas de la usabilidad a que estamos acostumbrados desde hace años con este tipo de software. A éste último grupo pertenece BRL-CAD.

Nos encontramos aquí con una noción de programa de CAD completamente opuesta a lo que, por lo general, estamos habituados. BRL-CAD es un software de origen militar diseñado para la realización de análisis balísticos y electromagnéticos. ¿Cómo se les queda el cuerpo? Con ese punto de partida ya podemos imaginar que no es un producto pensado para usuarios domésticos.


BRL-CAD en su versión 7.24.0-0 trae consigo tres módulos. Archer es un gestor de entidades y es lo más parecido a lo que los usuarios de CAD tenemos por entorno gráfico, pero la semejanza es solo aparente. Es cierto que podemos crear primitivas, manipularlas para crear objetos más complejos y modelizarlos, pero es una aplicación nada intuitiva y presumo que un eventual aprendizaje sería duro. Los otros dos módulos, Mged y RtWizard inciden más en esta línea de complejidad y tan solo los muy versados en herramientas UNIX, acostumbrados a trabajar introduciendo líneas de código, le podrían sacar partido.

De hecho, BRL-CAD es, sobre todo, un conjunto de librerías y herramientas que llevan a cabo tareas específicas e individuales, como pueden ser modelado por trazado de rayos, análisis de geometrías y manipulación de datos y archivos. Todo ello junto, en inglés, forma el paquete definitivo, quizá muy apropiado para aquello por lo que fue ideado, libre y de código abierto, pero completamente alejado de lo que el usuario medio anda buscando.

Descargar BRL-CAD.

lunes, 26 de agosto de 2013

Scribus, una alternativa digna para diseño editorial

Hoy continuamos con el tercer integrante de la terna clásica que forma parte del conjunto de herramientas que todo diseñador gráfico debe tener a mano. Si ya hablamos del tratamiento de imagen con GIMP y del diseño vectorial con InkScape ahora le toca el turno a la aplicación que aúna los esfuerzos realizados con estos dos programas como suele ser todo software de maquetación con fines editoriales, y dentro de ese campo en GNU/Linux tenemos que hablar de Scribus.

Como vengo diciendo, no pretendo poner en el mismo plano el veterano a la par que moderno software para Windows y/o Mac que hay en el mercado con sus alternativas en Linux. En diseño editorial hay herramientas con muchos años y experiencia a sus espaldas como QuarkXpress, el viejo PageMaker o el más actual InDesign, estos dos últimos propiedad de la poderosa Adobe. Pero como también vengo repitiendo no por ello procede menospreciar el software equivalente que podemos encontrar bajo GNU/Linux. Scribus es una opción que podría equipararse con alguna versión antigua de los programas mencionados, por lo que si entonces ya encontrábamos prestaciones interesantes a, por ejemplo, QuarkXpress, no veo por qué ahora deberíamos infravalorar las que nos ofrece la utilidad completamente libre y gratuita (no lo olvidemos) que nos ocupa.


En Scribus tenemos todo lo necesario para maquetar revistas, libros y trípticos, y también sirve para trabajar en cartelería. Es cierto que lo encuentro menos versátil que QuarkXpress (que es el que más conozco) y que algunas operativas de manejo se hacen algo pesadas si no está uno habituado. Pero todo es acostumbrarse y no me parece motivo para desecharla de principio.

Al crear nuestro documento podemos escoger el formato de página, el número y formato de columnas, sangrías, unidades, etc. Podemos también crear páginas maestras con los elementos gráficos que se repiten para aplicar a nuestro diseño, como manchetas y anagramas. Luego tenemos las habituales herramientas de creación de marcos de texto, de imagen, de líneas y formas geométricas. Enlazar dos marcos de texto es relativamente simple, así como la manipulación de imágenes para ajustarlas al marco e incrustarlas en un texto. Las opciones de manipulación de texto son satisfactorias pero alguna de ella, como el desplazamiento de la línea base, cuesta al principio hacerse con ella. Pero como digo más arriba, todo es coger la costumbre.

En su contra debo decir que el trabajo con guías y líneas guía me parece bastante mejorable. No me ha sido posible establecer un origen de desplazamiento de las mismas, así que la solución es atiborrar el diseño de líneas guía que, la verdad, entorpecen bastante la visualización del trabajo. Tampoco he encontrado como reducir los desplazamientos por teclado, algo muy útil cuando quieres mover un objeto una distancia mínima, por ejemplo, si no quieres que se vea atraído por una línea guía. Tener que desactivar el ajuste cada vez que queremos hacer esto es un engorro. También destaco que el panel he herramientas flotante resulta pelín molesto; ocupa mucho y no se puede minimizar, aunque se puede ocultar y visualizar fácilmente con la tecla F2.

Para quienes lo dominen Scribus dispone de una consola para Python, lenguaje en que están escritas no pocas aplicaciones basadas en GNU/Linux. También podemos aplicar efectos a las imágenes insertadas, aunque lo más eficaz es abrirlas con GIMP y editarlas ahí.

Por concluir, la verdad es que me ha sorprendido gratamente esta versión 1.4.0 de Scribus, sobre todo en comparación con versiones previas, bastante más deficientes. He notado mejoría y eso me agrada. Retomando el argumento de inicio, junto con InkScape y GIMP tenemos un trío de aplicaciones con una potencia no desdeñable que más de una PYME debería contemplar si quiere disfrutar de las prestaciones de software gráfico con una más que aceptable calidad pero a coste cero.

domingo, 18 de agosto de 2013

Como poner Blender en español

Hará un par de meses le dediqué una entrada al magnífico programa de diseño 3D y postproducción Blender, pero merece la pena traerlo de nuevo a colación para contar una cosa. El software se descarga de su página oficial y, una vez descomprimido, basta con hacer doble click en su ejecutable para hacerlo correr. Es así de simple, pero no pocos mostrarán una mueca de desagrado al comprobar que viene en idioma inglés. Eso es lo que vamos a solucionar.

Los pasos son muy sencillos: primero nos vamos al icono que hay abajo a la izquierda (al poner encima la flecha del ratón aparecerá la etiqueta Current editor type for this area), pinchamos y se abrirá un menú; en ese menú elegimos User preferences y lo pinchamos de nuevo. En el panel de preferencias que aparecerá elegimos a última pestaña, System. En la pantalla que le sigue buscamos abajo a la derecha International Fonts, que estará desactivada. Pues la activamos.

Al activarla nos aparece debajo la opción Language y dentro de sus opciones buscamos Spanish (Español). A continuación pinchamos en las casillas Interfaz, Descripciones y Nuevos Datos para activarlas y asegurarnos de que todo Blender quedará traducido al español. Abajo a la izquierda tendremos el botón Guardar preferencias de usuario, el cual pincharemos para que los cambios se hagan permanentes.

Y se acabó lo que se daba. Si quieren la misma descripción pero con imágenes ilustrativas pasen a ver este post de Infoserranía.

viernes, 16 de agosto de 2013

Inkscape, diseño vectorial que cumple

El materia de aplicaciones para diseño gráfico durante años estuvo dominada por Apple y sus MacIntosh, pero eso es cosa de un pasado que ya se antoja muy remoto. Software como Freehand, Illustrator o QuarkXpress terminaron pasando a PC, contribuyendo al consolidar la hegemonía mundial de Windows. En GNU/Linux podemos encontrar algunas herramientas que tratan de hacerse un hueco en el terreno del diseño vectorial con fines artísticos y publicitarios, y hoy toca hablar de Inkscape, en concreto de su versión 0.47 ejecutada bajo Debian 6.

Estamos hablando de un programa que trata de hacerle sombra a Illustrator o CorelDRAW, dos aplicaciones con mucha solera y muchas versiones a sus espaldas. Hace tiempo que dejé de manejarlos profesionalmente así que voy a suponer que Inkscape no alcanza sus prestaciones actuales, aunque les aseguro no por ello es un software desdeñable.


Veamos. Un usuario avezado de los programas arriba mencionados en seguida empezará a echar de menos aspectos y funciones ya frecuentes en el campo del diseño vectorial informatizado. A mí me ha pasado, por ejemplo, con la multipágina, ya que en Inkscape nos tenemos que conformar con una única página para nuestro diseño. Contamos no obstante con numerosos efectos para adornar nuestra composición, aunque con la pega de que muchos de ellos no permiten apenas personalización y que su uso reiterado hará resentirse a las máquinas menos potentes.

Para la creación y manipulación de objetos observamos una gama de herramientas bastante completa. Podemos combinar, agrupar, superponer y transformar de manera bastante sencilla, hacer uso de capas y ocultar y bloquear el contenido de las mismas. Son funcionalidades bastante corrientes pero que confieren potencia y prestaciones. También podemos trabajar con las clásicas rejilla y línea guía para ajustar los elementos de nuestra composición aunque echo de menos opciones de alineamiento de entidades.

En cuanto a la creación y edición de textos diremos que una vez convertidos en vectores podemos aplicarles los mismos efectos que a cualquier otro objeto, ya sean distorsiones, sombras o perspectivas. También es posible alinear texto con una curva sin que deje de ser editable. No anda sobrado de posibilidades pero teniendo en cuanta el tipo de herramienta de que se trata pedirle más quizá ya sería demasiado.

Por supuesto, podemos exportar nuestro diseño a formato birmap para hacerle posteriores retoques con GIMP. Y para quien disponga de los conocimientos adecuados también dispone de un pequeño editor XML. En resumidas cuentas, yo lo veo como una aplicación eficaz y potente dentro de sus posibilidades, con las limitaciones propias del medio, pero habida cuenta de su coste cero más que valorable si queremos comenzar a hacer pinitos en el terreno del diseño gráfico vectorial. Y con facultades para satisfacer a usuarios más avanzados.

viernes, 9 de agosto de 2013

Gimp, pese a los esfuerzos Photoshop no tiene rival

GIMP (GNU Image Manipulation Program) lleva tiempo postulándose como la única alternativa libre al afamado Photoshop, y observo que recibe muchos empujones desde la red por parte de voluntariosos linuxeros, demasiado deseosos quizá de ver algo que en realidad no existe. Para quien ha utilizado el software de Adobe de manera profesional GIMP es un pobre sustituto, no vayamos a engañarnos. Ya sea por sus operativas de manejo o por el alcance de sus herramientas.

Ya quisiera pronunciarme de otro modo pero cada vez que tengo que utilizar GIMP solo acabo echando en falta Photosohop. Ojo, esto no significa que sea un programa insuficiente para el usuario medio, no digamos para un novato. Les hablo desde una perspectiva de alguien que ha trabajado profesionalmente (hace tiempo, pero quien tuvo retuvo) en el campo del tratamiento de imagen.



Lógicamente, me tengo que dirigir al usuario de tipo medio que nunca entró en las profundidades de Photoshop, y para él las noticias son buenas: GIMP dispone de las suficientes herramientas y utilidades para lograr resultados profesionales sin eternizarse con el aprendizaje. Siempre y cuando renuncien a la complejidad que ofrece su modelo privativo.

La versión que tengo instalada es la 2.6 para Debian 6, la cual no creo que difiera mucho de la que uno disponga en Debian 7 o en los últimos Ubuntu. Y por poner algunos ejemplos que considero mejorables cabría referirse a los umbrales de selección de pixels, claramente insuficientes, los limitadísimos efectos de capa, lo poco trabajado de muchos de sus filtros y una caja de herramientas principal en la que se echan de menos mayores opciones de control. Son defectillos que pueden pulirse combinando herramientas para llegar al mismo fin, aunque invirtiendo más trabajo y tiempo.

Pero repito, después de trabajar ampliamente con Photoshop, GIMP no admite comparación. Eso sí, ha copiado en modelo de paletas de herramientas flotantes que en aquel ya resulta molesto desde hace muchas versiones. Pero si dejamos al margen estas comparaciones estamos ante un software que cumple con creces con muchas exigencias hasta un grado de complejidad bastante aceptable.

sábado, 6 de julio de 2013

Medusa4, ingeniería alemana

Las posibilidades de este blog se agotan ya que no hay mucho material más que reseñar que merezca la pena. Entre que no soy capaz de instalar algunas aplicaciones (Brlcad y Sagcad) o que las que tengo a disposición en última instancia no funcionan (Sketch Up bajo Wine), he visto reducido tanto mi campo de acción que he abierto las posibilidades del blog al software de diseño gráfico. A partir de ahora este blog se llamará "Diseño y CAD en Linux" y también trataremos otro tipo de herramientas enmarcadas en el mundo del diseño informatizado. En la medida de lo posible también pasarán por aquí programas de tratamiento de imagen, diseño vectorial, maquetación e ilustración que encuentre relevantes dentro de un entorno GNU/Linux.

No obstante aún me queda un as en la manga del CAD llamado Medusa4. Este software alemán está orientado a la ingeniería y, sobre el papel, tiene buena pinta. Cuenta con tres versiones distintas para descarga libre previo registro desde su web oficial, siendo la versión Personal 5.1.2 la que he probado. Tan solo es necesario facilitar una serie de datos entre los que están la dirección de email y la dirección física de la máquina donde se va a descargar (la cual averiguaremos con el comando de consola ipconfig -a). Recibiremos vía correo-e un número de licencia con vigencia de un año renovable gratuitamente y, a cambio, obtendremos el programa completo aunque ligeramente capado. Concretamente, la facultad de salvar el dibujo a formatos como .dwg, .dxf y .pdf está desactivada, lo cual no es moco de pavo, aunque se pueden solicitar los módulos necesarios por unos pocos euros.

El programa en sí nos recibe con un entorno de trabajo bastante prometedor, encontrando un buen número de herramientas en su parte izquierda ordenados en varias paletas. Por supuesto, no existe versión en español así que la he probado en inglés, con la dificultad añadida que supone. Pero todo es acostumbrarse.



Una vez que profundizamos uno se percata de que no estamos ante un clónico de AutoCAD, para desgracia de muchos. Determinadas operativas las encontramos más dificultosas, como el uso de puntos de referencia o la manipulación y modificación de geometrías, y tampoco he hallado el modo de introducir coordenadas para la creación y edición de entidades. Tenemos las herramientas clásicas para desplazar, rotar, simetrizar y estirar, así como alargado, recorte y equidistancia de líneas. Luego disponemos de otras que deben ser apropiadas para diseño mecánico porque no estoy familiarizado con ellas. Cuenta con un sencillo gestor de capas, herramientas de texto, líneas de construcción y trae consigo un módulo paramétrico que facilita la creación de variantes a partir de un dibujo prototipo.

Medusa4 ofrece también un módulo para 3D pero que no está incluido en la versión personal (aquí podemos ver los módulos incluidos y los opcionales). También está habilitado para trabajar con ficheros raster, dispone de herramientas inteligentes de edición de geometrías y sus paletas de herramientas son personalizables. Otro punto a favor es que trae blibliotecas de símbolos, aunque siempre relacionadas con el mundo de la ingeniería.

Para un usuario medio quizá le sea algo más costoso hacerse con este programa a tenor de las diferencias existentes con la mayoría del software tratado en esta bitácora. Digo esto desde la perspectiva de un habitual del CAD orientado a arquitectura, que quede claro. Aún así, seguro que no solo este tipo de usuarios echarán en falta determinados procedimientos y herramientas presentes en los programas de CAD más asentados. Los menús tampoco es que estén abarrotados de opciones precisamente, lo que unido a lo anterior me lleva a concluir que, aun gozando de interés y teniendo un aspecto muy profesional, no es este el mejor programa de CAD bajo entorno Linux que ha pasado por mis manos.

Añado finalmente que este software se ejecuta desde la terminal, por mucho que se le invoque desde un icono de panel o del escritorio; al permanecer aquella abierta hay que tener cuidado de no cerrarla por error y acabar abruptamente nuestro trabajo. Y que para instalarlo hará falta instalar previamente un intérprete de comandos para la shell que puede ser sch o tsch. De esta forma:

# sudo apt-get install csh   (para Debian y derivados)

# yum install tsch   (para Red Hat y derivados)

Así podrán ejecutar el fichero con extensión .sh que obtendrán para instalar Medusa4.

Descargar última versión de Medusa4.

domingo, 30 de junio de 2013

FreeCAD, un 3D libre que promete sin más

En la anterior entrada de este blog dimos un salto cualitativo al acercarnos a un programa de modelado en tres dimensiones que ofrece resultados profesionales. Hoy damos unos cuantos pasos atrás para, sin salirnos del 3D, conocer una aplicación que, dentro de su sencillez, puede que en unos años cubra unas expectativas hoy insospechadas. Se trata de FreeCAD y, si bien está muy por debajo de Blender en cuanto a posibilidades y resultados, merece un punto de atención por las alegrías que pueda depararnos en un futuro.

La versión sobre la que hago esta entrada es la 0.10, que es la que puedo instalar desde la línea de comandos de Debian Squeeze, aunque la última es la 0.13. Eso sí, antes hay que instalar un montón de dependencias mediante el comando sudo apt-get build-dep freecad. Son más de 400 megas de librerías y software accesorio que el sistema estima necesarios para correr el programa.

FreeCAD es una aplicación de modelado paramétrico, es decir, que en base a unos parámetros definidos podemos ir modificando nuestro modelo sobre la marcha para ir encajando cada nuevo elemento en el todo. No es ni el primero ni el único, y los habrá mucho mejores (esta versión 0.10 se queda algo parca) pero lo interesante será ver su evolución. Sirve tanto para arquitectura como para ingeniería y, como ocurre con cualquier software de este tipo, requiere un tiempo de adaptación hasta habituarse a su uso.


Hablando ya con más profundidad, con FreeCAD podemos crear las típicas primitivas, extruir, realizar operaciones booleanas y algunas operaciones algo más complejas, así como las clásicas operaciones de edición (mover, escalar, girar...). También permite la inserción de elementos 2D como líneas, polígonos, textos y cotas. La salida a render es uno de sus talones de Aquiles ya que en esta versión simplemente no existe. Lo más que podemos hacer es exportar nuestro modelo en formato de trazado de rayos POV-Ray, para renderizarlo con una aplicación externa, un punto más que desfavorable que espero corrijan en versiones posteriores. Al menos permite exportar los modelos a ficheros .dxf, pero ignoro si saldrán muy trastocados. También podemos exportar las vistas proyectadas en 2 dimensiones al formato .svg.

Cuenta con barras de iconos para las diferentes vistas, creación y edición de primitivas, pero se me antojan insuficientes o poco claros. La forma de editar los objetos me parece algo confusa, y no se le saca mucho partido al botón derecho del ratón, aunque lo incomodo de moverme por el espacio tridimensional ha sido de largo lo que más me ha disgustado.

Teniendo Blender al mismo precio hoy día no hay color en la comparación, pero como apuesta de futuro para GNU/Linux es interesante y merece la pena seguir su evolución. Eso sí, espero que lo pongan más fácil con la instalación, porque si he tenido que hacer este post con una versión antigua ha sido por la imposibilidad de instalar la más reciente. Dependencias incumplidas que no se resuelven, librerías que trastocan otras partes del sistema e instrucciones poco accesibles para profanos no hacen sino echar para atrás a quien quiera acercarse al mundo del software libre. No siempre merece la pena echar tantas horas frente al ordenador.

sábado, 15 de junio de 2013

Blender, la respuesta libre para modelización y animación en 3D

Desde el comienzo de este blog hemos tratado aplicaciones que, ya fueran para arquitectura o dirigidas a ingenieros, tenían en el 3D su aspecto menos trabajado. Ya es hora de hablar de un software que compite directamente en el siempre atractivo campo del renderizado tridimensional con monstruos como 3ds MAX o Maya, y no es otro que Blender.

Tengo que decir que no soy ningún experto en Blender, el cual, como buen programa 3D, contiene numerosas opciones en multitud de paneles de herramientas que me costaría semanas, si no meses, aprender para luego hacer un pormenorizado resumen en este modesto sitio. No estoy en condiciones de asegurar si está a la altura o no de los rivales citados, o de otros, pero sí he visto lo suficiente como para afirmar que este es un programa capaz de hacer grandes cosas y de motivar a un usuario bisoño en 3D (o alguien fuera de este campo desde hace ya tiempo como es mi caso) a aprender más.


Lo mejor de Blender es que es un programa libre y gratuito, descargable sin restricciones desde su página web oficial. Aunque inicialmente está en inglés es posible traducir el interfaz desde su menú de preferencias de usuario. Según la versión esta traducción será más o menos rigurosa, más o menos completa, pero la última versión disponible en el momento de escribir esto, la 2.67b, se nos muestra completamente traducida una vez optemos por el cambio de idioma, al menos en el repaso que he hecho de sus menús y paneles he herramientas. Eso sí, si deciden buscar un manual en la red la mayoría de los que he visto se basan en la versión en inglés.

Pese a que es un software orientado al modelizado y la animación con fines artísticos puede perfectamente servir para presentaciones de arquitectura, aunque tiene un problema: su compatibilidad. Blender solo admite ficheros .3ds del antiguo 3D Studio como formato más conocido para los usuarios habituales de programas de CAD. Es decir, el paso de formato .dwg, por seguir con el estándar, a Blender pasaría primero por exportar a .3ds, operación de cuyo resultado no puedo dar garantías de buen resultado. Pero todo es probar.

Hemos dicho que esta es una aplicación descargable pero también está disponible en los repositorios de la mayoría de distribuciones GNU/Linux, aunque lo más seguro para obtener la última versión es acudir a su sitio web. Personalmente, Blender me ha parecido un programa con muchas posibilidades y me hace lamentar no disponer de más tiempo libre para adentrarme en sus secretos. Apuesto a que no seré el único.

Descargar última versión de Blender.

martes, 4 de junio de 2013

BricsCAD, el mejor clónico de AutoCAD es de pago

Si buscamos un programa de CAD integral en entornos GNU/Linux, completo en 2D y con un 3D mínimamente solvente no tenemos más remedio que rendirnos a la evidencia y acudir al software de pago. Es duro para todo seguidor de la filosofía del software libre pero así están las cosas hoy día, y dentro de ese Contexto BricsCAD es uno de los productos que más lejos llega.

Estamos ante otro clónico del, aparentemente, eterno AutoCAD que, sin haber llegado tan lejos, goza de las suficientes atribuciones para estar en la cúspide de las aplicaciones de dibujo arquitectónico hechas para Linux. Mucho de lo que en su día dijimos del Ares Commander Edition es aplicable a BricsCAD. Sin embargo, encuentro aún mayor sintonía entre el referente al que siempre aludimos y el software objeto de la presente entrada.


No quiero repetir lo ya dicho para otras herramientas aquí tratadas para evitar redundancias (pueden consultar la reseña de DraftSight para tan fin) así que me contentaré con decir que para la delineación en 2D BricsCAD viene sobradamente preparado y cumple con las expectativas más exigentes. Si pensábamos que DraftfSight era completo, añadámosle además el 3D porque así obtendremos BricsCAD. En esta faceta, su retahila de herramientas cubre tanto la creación se mallas como la de sólidos, así como su edición booleana, vistas en perspectiva, iluminación y asignación de materiales. Que nadie espere resultados como el de un 3dsMAX pero ni falta que le hace porque competir a ese nivel no es ni mucho menos el objetivo de sus creadores.

También podemos crear scripts para automatizar operaciones y cargar guiones en distintos formatos entre los que se encuentra el .LSP de AutoLISP, el clásico lenguaje de programación de AutoCAD. También, por supuesto, podemos guardar nuestro trabajo en formato .DWG. En BricsCAD Platinum 13.1.14, que es el objeto de esta reseña, admite hasta la versión de AutoCAD 2010. Y no se crean que el análisis se queda aquí porque me dejo cosas en el tintero, pero con lo visto creo que es más que suficiente para hacernos un juicio más que rotundo.

Tanta diversidad y profusión quizá juegue un tanto en su contra al hacerlo más complejo de manejar, pero no es nada fuera del alcance de cualquier usuario medio de programas de CAD. Si uno está dispuesto a pasar por el aro de pagar licencias, visto lo visto hasta el momento, esta sería muy posiblemente la primera opción a manejar, precios al margen. No tienen más que descargar la versión libre por treinta días y comprobarlo.

Descargar BricsCAD.

lunes, 27 de mayo de 2013

DraftSight, quizá el CAD en 2D más completo

La primera vez que probé DraftSight me sorprendí de lo poco que había visto mencionar este programa en mis búsquedas por la red tras la pista de alternativas a AutoCAD. Un programa de CAD gratuito, solo para dos dimensiones pero muy completo, intuitivo y con una semejanza al omnipresente AutoCAD que garantiza un aprendizaje rápido para el usuario medio. En efecto, no tardé en ver en subsiguientes correrías por Internet como las alusiones a DraftSight aumentaban, casi siempre para alabar sus virtudes y su firme posicionamiento como la opción solvente que esperabámos dentro del entorno libre.

¿Estamos ante la alternativa definitiva en GNU/Linux? Qué más quisiera. Baste señalar que la versión individual, que es la gratuita, carece de 3D y está orientada al uso doméstico, por lo que no tiene autorización para ser empleada con fines comerciales. En otras palabras, un estudio de arquitectura estaría incurriendo en la misma ilegalidad si utilizara este DraftSight para realizar sus proyectos que si usara un AutoCAD pirateado. ¿De qué nos sirve entonces, se preguntarán?



Bueno, siempre se puede pagar para obtener la versión de empresa, que tampoco tiene 3D. ¿Que no quieren? Entonces aténganse a las consecuencias si usan la versión individual para impulsar su negocio.

Entrando ya en materia técnica, empecemos diciendo que DraftSight viene avalado por Dassault Systèmes, la compañía de software responsable de Solid Works, uno de los principales productos de CAD en 3D orientados al diseño mecánico e industrial. ¿Entienden ahora por qué ni la versión para empresa cuenta con herramientas para dibujo tridimensional?

En principio el respaldo de una corporación como esta es una garantía, pero profundicemos un poco más. DraftSight cuenta con todas y cada una de las herramientas que uno espera encontrar en un paquete de CAD para dibujo arquitectónico en dos dimensiones. Prácticamente no echamos nada en falta, y el modus operandi de sus paletas de herramientas y menús es calcado al de AutoCAD. Por mencionar aquello que no siempre es frecuente en otros productos ya analizados en este blog, digamos que es posible introducir órdenes por teclado y puntos por coordenadas, relativas y absolutas; podemos personalizar comandos con atajos de teclado, utilizar bloques y referencias externas, manejar capas, incrustar imágenes, definir estilos de cota y línea personales, trabajar en espacio modelo y espacio papel y asignar atributos a bloques; las variables de entorno son configurables, nos permite automatizar tareas mediante scripts, trabajar en formato DWG y admite una notable personalización. Ciertamente, cumple muy bien en lo tocante a la delineación bidimensional, lo suficiente para considerarlo un clónico de esa piedra de toque llamada AutoCAD. Nadie que haya trabajado en éste último tendrá el menor problema en habituarse al entorno de trabajo de DraftSight.

Puntos en contra, lo ya expuesto: el 3D si está ni se le espera (para eso Dassault Systèmes ya tiene Solid Works...aunque no para Linux) y su uso comercial está restringido. Por otro lado, leo en Internet que el formato DWG en que podemos salvar los dibujos no es legible por AutoCAD. Yo he salvado un fichero en versión 2004-2007 y lo he podido abrir en AutoCAD 2007 con total reconocimiento de entidades. Eso sí, antes te advierte que no es un formato DWG desarrollado por Autodesk, pero no implica ninguna otra restricción. A la inversa tampoco he tenido mayor problema. DraftSight 2012 admite ficheros DWG hasta la versión 2010 de AutoCAD; quizá si empleáramos una posterior de éste último sí podríamos tener problemas, pero no es algo que haya comprobado sobre el terreno.

Así que ustedes deciden. A mí me parece un buen software para arquitectura en 2D, quizá el mejor que he probado bajo GNU/Linux. ¿Tanto como para pagar por él y actuar conforme a la legalidad?

Descargar DraftSight.

domingo, 19 de mayo de 2013

Ares Comander Edition, un CAD completo pero no libre

Cuando hablamos de CAD para entornos GNU/Linux no siempre nos referimos a software libre que cualquiera puede descargar de internet. Existen programas de pago que, en ocasiones, son la única alternativa, y hay que pasar por el aro si queremos disfrutar de unas prestaciones de las que normalmente carecen las aplicaciones gratuitas. Así que hoy hablaremos de Ares Comander Edition.

Se trata de un software con toda la pinta de ser un clónico de AutoCAD. La disposición de menús, el aspecto de las paletas de iconos, los atajos de teclado e incluso las variables de entorno recuerdan indefectiblemente al gigante de Autodesk. Estamos pues ante todo lo que un usuario de CAD estándar podría desear en GNU/Linux.


Sus paletas laterales de herramientas son bastante completas, incluyendo las opciones habituales de creación y edición de entidades. Permite el manejo de bloques y referencias externas, empleo de cotas con múltiples opciones de edición, creación de regiones y representación en espacio papel. Todo muy AutoCAD style.

En cuanto al 3D, podemos crear tanto superficies planas como objetos sólidos, y realizar operaciones booleanas con estos últimos. También podemos renderizar nuestro modelo con un sombreado Gouraud discreto pero suficiente.

Ares Commander Edition parece cubrir, repito, todas las necesidades del usuario medio. El paquete descargable permite elegir entre una instalación sin posibilidad de guardar ni imprimir el trabajo o una completa pero solo válida durante 30 días. No es lo que los usuarios de GNU/Linux desearíamos pero hay que contemplar todas las posibilidades.

Descargar Ares Commander Edition.

domingo, 5 de mayo de 2013

ZCad, el CAD llegado del este de Europa

No abunda el software de CAD en GNU/Linux que incluya el diseño en 3 dimensiones. Cuando llegó a mis manos ZCad lo tomé con las lógicas precauciones. Después de un rato no he conseguido crear ningún objeto tridimensional, tan solo he podido visualizar lo poco que he dibujado en isométrico, pero hay detalles que no me animan a seguir profundizando.


En lo que a la delineación básica se refiere, llama la atención la escasez de herramientas de edición. Podemos copiar, mover, rotar, escalar y hacer simetría con las entidades, pero no veo por ningún sitio otras herramientas clásicas de este tipo de programas, como las que permiten hacer chaflanes, empalmes, alargar líneas, dividirlas en segmentos o partirlas por puntos. De opciones más complejas mejor ni hablamos.

Visualmente, su pantalla principal destaca por la cantidad de espacio desperdiciado entre la línea de menús y el área de dibujo. Otro punto desagradable es que podemos eliminar tanto los menús desplegables de la izquierda como las barras de herramientas, pero si los volvemos a invocar aparecen en ventanas diferentes no acopladas, lo que es todo un engorro. Imagino que a medida que uno va conociendo el programa va solucionando estas cosillas, pero si de entrada te encuentras con ello no es precisamente una invitación para continuar. No, habiendo productos mejores al alcance de un par de clicks.

Como reza el título de la entrada, ZCad proviene de Rusia (su página oficial es inequívoca) y, aunque el programa está en inglés, no todo ha sido traducido. A veces uno se encuentra con un letrero de diálogo en caracteres cirílicos que te deja completamente descolocado. Si a todo lo anterior le añadimos que la actual v0.9.8 es una unstable version, esto es, una versión de prueba que corre el riesgo de fallar en el momento más inapropiado, convenimos en que ZCad no es el objeto de deseo que nos gustaría tener delante.

Pero...¿no podemos entresacar ninguna cualidad destacable? Para mi gusto, lo reflejado hasta el momento ya lo deja por detrás de Draftsight o LibreCAD. Si acaso podríamos resaltar la posibilidad de guardar nuestros dibujos en formato DWG de AutoCAD (aunque ignoro en qué versión), aparte del clásico formato de intercambio DXF. Y, hombre, se nota que hay trabajo y buenas intenciones detrás, sobre todo en lo tocante al panel descriptivo Object inspector. Pero en los minutos que llevo con él no he sido capaz de crear una superficie 3D, ni extrusionar una polilínea cerrada, ni crear una primitiva elemental tras buscar por los menús y las barras de iconos. Si alguien que lleva años en este mundillo no es rápidamente capaz de algo tan esencial es que el software no está bien perfilado. Señores de ZCad, sigan trabajando en ello porque hay buenos mimbres, pero tengan bien a punto la pulidora de detalles porque les va a hacer falta.

Descargar ZCad.

jueves, 25 de abril de 2013

Archimedes, un CAD demasiado simple

En mi periplo por la red buscando programas de CAD para entornos Linux he dado con Archimedes, y tras unos minutos con él poco tarda uno en percatarse de sus limitaciones.

Su pantalla de inicio te recibe con un rojo chillón bastante chungo como color de fondo, y la parquedad de sus menús ya hace presagiar que esta no será precisamente tu experiencia definitiva en el mundo del CAD.


Podemos dibujar líneas, polígonos y polilíneas, estirar, desplazar, recortar, hacer simetrías, equidistar, escribir y editar texto, introducir órdenes por teclado... Lo básico, vaya, para funcionar en 2 dimensiones. Pero muy básico. Ni siquiera permite exportar a un formato legible por otro programa de rango superior.

En fin, que no da para mucho más, ni siquiera para extender esta entrada. Seguiremos buscando.

viernes, 19 de abril de 2013

LibreCAD, todo un clásico

Cuando a un usuario de Linux le preguntan por un software libre para CAD el primer nombre que se viene a la cabeza suele ser QCad. Como suele ocurrir, existe una versión libre y otra más completa de pago, y de la primera se derivó LibreCAD, la herramienta que ahora nos ocupa. Es una aplicación que funciona en 2D y sus parámetros están basados en el omnipresente AutoCAD, o eso es lo que te dicen.

A mí, como usuario de AutoCAD durante años, me cuesta más hacerme a la disposición de menús y barras de botones que en otras aplicaciones libres como Bricscad o DraftSight, claramente clónicas del estándar de Autodesk. No es que cueste mucho, porque el programa es bastante simple, pero ya supone un pequeño obstáculo que, entrada, no gusta. De hecho, la barra de herramientas principal, que aparece en el lateral izquierdo de la pantalla, recuerda más a MicroStation.


Profundizando más, LibreCAD contiene todo lo necesario para realizar pequeños proyectos en dos dimensiones. Se pueden crear e insertar bloques, manejarse con capas, usar polilíneas, emplear cotas y todo aquello que nos resulte propio de la delineación básica informatizada. Podemos teclear comandos por teclado para, por ejemplo, introducir coordenadas, pero apenas permite cierta personalización. Se echan de menos, además, otras características como la dualidad espacio modelo/espacio papel, las referencias externas o la asignación de atributos.

Aparte del formato propio podemos exportar nuestro ficheros a DXF, aunque los habituales de esta forma de trabajar conocemos sus pegas en el reconocimiento de entidades. Estamos, pues, ante una aplicación de muy bajo perfil pero suficiente para emprender pequeños proyectos que no requieran grandes exigencias.

Para instalar LibreCAD solo tenemos que abrir un terminal de comandos y teclear:

sudo apt-get install librecad

miércoles, 3 de abril de 2013

CAELinux, una distribución Linux para ingenieros

Cuando me enteré de la existencia de una distribución Linux completamente orientada al CAD me dije: tengo que probarla. Desde su página oficial se puede uno descargar libremente varias versiones estables, tanto de 32 como de 64 bits. Yo me hice con la versión de 2008 que funciona a 32 bits.


Esta es una distribución que solo funciona en formato LiveCD, esto es, se ejecuta desde la unidad de CD/DVD y no es posible instalarla en el disco duro a la manera usual. La instalé bajo VirtualBox por aquello de evitar sorpresas ante un software desconocido y el resultado no ha sido muy satisfactorio. De hecho, en la propia página recomiendan el uso de VMWare y avisan de que es necesario un equipo potente para trabajar con soltura.

El manejo de esta distro en mi máquina virtual no ha sido demasiado cómodo, teniendo dificultades para cambiar del sistema anfitrión, que en mi caso es Ubuntu, al virtualizado. Quien haya trabajado alguna vez desde un CD/DVD sabrá lo desesperante que puede resultar, así que esto no es una buena noticia. Habría que probarla arrancando el PC desde el lector de discos con el LiveCD insertado, sin virtualizaciones ni gaitas, y ver si se percibe mejora sustancial. También podríamos intentar "quemar" la imagen ISO en un pendrive, que siempre tienen una mayor velocidad de acceso, en lugar de en un disco DVD.



En fin, vayamos más al grano. CAELinux 2008 es una distro basada en PCLinuxOS y viene con el entorno de escritorio KDE. Hay versiones posteriores basadas en Ubuntu pero son para máquinas con procesadores a 64 bits, que no es mi caso. Esta que he probado trae consigo un puñado de aplicaciones que a mí me han parecido bastante técnicas y específicas, o sea, no muy accesibles para los profanos en lo tocante a la ingeniería. Si pinchamos en el enlace del primer párrafo entramos en una página de especificaciones, y bajo Features (características) viene un listado del software que viene por defecto, a la cabeza del cual viene Salome, un programa de cálculo de elementos finitos. Todo está en inglés, aviso, tanto su web oficial como la propia distribución. Sí, a mí me parece también todo demasiado complejo.


Aparte de lo anterior encontramos navegadores de internet como Firefox y Konqueror, la suite ofimática OpenOffice, herramientas multimedia entre las que se encuentra Blender y diversas utilidades orientadas a la ingeniería a través del cálculo matemático.

Funcionar desde el LiveCD tiene la pega de que no guarda la configuración de área, de teclado, de conexión a internet...por lo que hay que introducir toda esa información cada vez entramos. A mí por lo menos me ha pasado con la versión de 2008 a 32 bits, así que ignoro si en postreras versiones la cosa ha mejorado.

En fin, depender del LiveCD es todo un handicap si queremos trabajar con comodidad. CAELinux, además, me ha parecido un producto con un desarrollo muy específico que a los no muy versados en el mundo de la ingeniería les costará disfrutar. Insisto, no obstante, en que habría que probar las últimas versiones basadas en Ubuntu a 64 bits para hacer un juicio definitivo. Con todo, sigue siendo un paso adelante en el todavía parco mundo del CAD bajo plataforma libre.

lunes, 25 de marzo de 2013

AutoCAD WS, el poder de la nube

Para empezar vamos a ir con algo liviano pero a la vez potente. Se trata de una implementación de AutoCAD que yo he descargado desde la Web Store de Google y es instalable gratuitamente desde el navegador Google Chrome en Ubuntu. Se trata de AutoCAD WS, un AutoCAD en la nube. Por supuesto, algo como eso no podía dar mucho de sí y las limitaciones de este software son muchas. En primer lugar no está permitido crear ficheros nuevos, aunque sí permite editar archivos propios, tengan o no contenido previo, desde cualquier dispositivo. De esta forma uno puede ponerse a dibujar con las herramientas básicas de dibujo y edición 2D que cualquier programa de CAD que se precie posee, pero con estilo y la elegancia de un software de Autodesk.


Uno tarda poco en percatarse de hasta donde puede llegar con Autocad WS. Existe la posibilidad de insertar referencias externas, bloques e imágenes, trabajar con polilíneas y acotar en modo muy elemental, así como utilizar sombreados. Veo que hay una limitación de selección de entidades por lo que es deducible que también la haya para crearlas. Es un AutoCAD muy capado, cosa lógica por otra parte.

Rápidamente vemos que la impresión por defecto es en PDF, la cual funciona bien. La otra alternativa es registrarse en HP DesignJet ePrint & Share, cosa que no he hecho, pero debe ser una especie de servidor de impresión online. También se puede exportar el dibujo a formato imagen o a DXF.

La velocidad de trabajo no es envidiable, pero mi PC tampoco fue adquirido precisamente ayer. En cualquier caso, este es un producto concebido para visualizar ficheros de AutoCAD y realizar una edición rápida se encuentre uno donde se encuentre gracias al poder de la nube. Y para abrir boca ante quien tenga en mente adquirir el producto completo de pago. También está disponible para iOS y Android en, por ejemplo, una tablet.

En fin, una opción interesante para dispositivos portátiles en los que se quiera mostrar un fichero DWG y/o editar un dibujo con rapidez y simplicidad.

En busca del CAD perdido para Linux


Desde que me vengo moviendo en entornos GNU/Linux el software para CAD (Computer Aid Design, Diseño Asistido por Ordenador) ha sido uno de sus grandes talones de Aquiles. Las alternativas existentes tanto para dibujo en dos dimensiones como para 3D son escasas si lo que queremos es mantener una ética de trabajo basada en el software libre y abierto. También existen aplicaciones privativas o propietarias, es decir, de pago o con restricciones de uso y/o acceso, por lo que hoy día dedicarse a trabajar con CAD en Linux supone asumir las no pocas limitaciones que ofrecen los programas libres disponibles, combinar dicho uso con software privativo o utilizar programas creados para Windows a través del emulador Wine, lo cual no da, por lo visto,  ni mucho menos el mejor de los resultados. De todo eso trataré de hablar aquí.

Con este blog pretendo arrojar un poco de luz acerca del material libre y gratuito que podemos encontrar para CAD, algo que me atañe personalmente porque utilizo profesionalmente este tipo de software, primero en MS-DOS y luego en Windows, desde hace casi veinte años. Trataré de dar cuenta de todo lo que encuentre y de ser todo lo riguroso que mis conocimientos, mi tiempo libre y la puesta en práctica me permitan. Abro este blog tan solo unas semanas después de crear otro llamado Yo por Linux Ma-to, que intenta ser un apoyo a mi aprendizaje así como, en lo posible, una ayuda para quienes se quieran adentrar en los caminos de GNU/Linux. Entre ambos, uno más general y otro más específico, espero aportar mi granito de arena a la generalización del conocimiento sobre las plataformas GNU/Linux y el software libre.