lunes, 26 de agosto de 2013

Scribus, una alternativa digna para diseño editorial

Hoy continuamos con el tercer integrante de la terna clásica que forma parte del conjunto de herramientas que todo diseñador gráfico debe tener a mano. Si ya hablamos del tratamiento de imagen con GIMP y del diseño vectorial con InkScape ahora le toca el turno a la aplicación que aúna los esfuerzos realizados con estos dos programas como suele ser todo software de maquetación con fines editoriales, y dentro de ese campo en GNU/Linux tenemos que hablar de Scribus.

Como vengo diciendo, no pretendo poner en el mismo plano el veterano a la par que moderno software para Windows y/o Mac que hay en el mercado con sus alternativas en Linux. En diseño editorial hay herramientas con muchos años y experiencia a sus espaldas como QuarkXpress, el viejo PageMaker o el más actual InDesign, estos dos últimos propiedad de la poderosa Adobe. Pero como también vengo repitiendo no por ello procede menospreciar el software equivalente que podemos encontrar bajo GNU/Linux. Scribus es una opción que podría equipararse con alguna versión antigua de los programas mencionados, por lo que si entonces ya encontrábamos prestaciones interesantes a, por ejemplo, QuarkXpress, no veo por qué ahora deberíamos infravalorar las que nos ofrece la utilidad completamente libre y gratuita (no lo olvidemos) que nos ocupa.


En Scribus tenemos todo lo necesario para maquetar revistas, libros y trípticos, y también sirve para trabajar en cartelería. Es cierto que lo encuentro menos versátil que QuarkXpress (que es el que más conozco) y que algunas operativas de manejo se hacen algo pesadas si no está uno habituado. Pero todo es acostumbrarse y no me parece motivo para desecharla de principio.

Al crear nuestro documento podemos escoger el formato de página, el número y formato de columnas, sangrías, unidades, etc. Podemos también crear páginas maestras con los elementos gráficos que se repiten para aplicar a nuestro diseño, como manchetas y anagramas. Luego tenemos las habituales herramientas de creación de marcos de texto, de imagen, de líneas y formas geométricas. Enlazar dos marcos de texto es relativamente simple, así como la manipulación de imágenes para ajustarlas al marco e incrustarlas en un texto. Las opciones de manipulación de texto son satisfactorias pero alguna de ella, como el desplazamiento de la línea base, cuesta al principio hacerse con ella. Pero como digo más arriba, todo es coger la costumbre.

En su contra debo decir que el trabajo con guías y líneas guía me parece bastante mejorable. No me ha sido posible establecer un origen de desplazamiento de las mismas, así que la solución es atiborrar el diseño de líneas guía que, la verdad, entorpecen bastante la visualización del trabajo. Tampoco he encontrado como reducir los desplazamientos por teclado, algo muy útil cuando quieres mover un objeto una distancia mínima, por ejemplo, si no quieres que se vea atraído por una línea guía. Tener que desactivar el ajuste cada vez que queremos hacer esto es un engorro. También destaco que el panel he herramientas flotante resulta pelín molesto; ocupa mucho y no se puede minimizar, aunque se puede ocultar y visualizar fácilmente con la tecla F2.

Para quienes lo dominen Scribus dispone de una consola para Python, lenguaje en que están escritas no pocas aplicaciones basadas en GNU/Linux. También podemos aplicar efectos a las imágenes insertadas, aunque lo más eficaz es abrirlas con GIMP y editarlas ahí.

Por concluir, la verdad es que me ha sorprendido gratamente esta versión 1.4.0 de Scribus, sobre todo en comparación con versiones previas, bastante más deficientes. He notado mejoría y eso me agrada. Retomando el argumento de inicio, junto con InkScape y GIMP tenemos un trío de aplicaciones con una potencia no desdeñable que más de una PYME debería contemplar si quiere disfrutar de las prestaciones de software gráfico con una más que aceptable calidad pero a coste cero.

domingo, 18 de agosto de 2013

Como poner Blender en español

Hará un par de meses le dediqué una entrada al magnífico programa de diseño 3D y postproducción Blender, pero merece la pena traerlo de nuevo a colación para contar una cosa. El software se descarga de su página oficial y, una vez descomprimido, basta con hacer doble click en su ejecutable para hacerlo correr. Es así de simple, pero no pocos mostrarán una mueca de desagrado al comprobar que viene en idioma inglés. Eso es lo que vamos a solucionar.

Los pasos son muy sencillos: primero nos vamos al icono que hay abajo a la izquierda (al poner encima la flecha del ratón aparecerá la etiqueta Current editor type for this area), pinchamos y se abrirá un menú; en ese menú elegimos User preferences y lo pinchamos de nuevo. En el panel de preferencias que aparecerá elegimos a última pestaña, System. En la pantalla que le sigue buscamos abajo a la derecha International Fonts, que estará desactivada. Pues la activamos.

Al activarla nos aparece debajo la opción Language y dentro de sus opciones buscamos Spanish (Español). A continuación pinchamos en las casillas Interfaz, Descripciones y Nuevos Datos para activarlas y asegurarnos de que todo Blender quedará traducido al español. Abajo a la izquierda tendremos el botón Guardar preferencias de usuario, el cual pincharemos para que los cambios se hagan permanentes.

Y se acabó lo que se daba. Si quieren la misma descripción pero con imágenes ilustrativas pasen a ver este post de Infoserranía.

viernes, 16 de agosto de 2013

Inkscape, diseño vectorial que cumple

El materia de aplicaciones para diseño gráfico durante años estuvo dominada por Apple y sus MacIntosh, pero eso es cosa de un pasado que ya se antoja muy remoto. Software como Freehand, Illustrator o QuarkXpress terminaron pasando a PC, contribuyendo al consolidar la hegemonía mundial de Windows. En GNU/Linux podemos encontrar algunas herramientas que tratan de hacerse un hueco en el terreno del diseño vectorial con fines artísticos y publicitarios, y hoy toca hablar de Inkscape, en concreto de su versión 0.47 ejecutada bajo Debian 6.

Estamos hablando de un programa que trata de hacerle sombra a Illustrator o CorelDRAW, dos aplicaciones con mucha solera y muchas versiones a sus espaldas. Hace tiempo que dejé de manejarlos profesionalmente así que voy a suponer que Inkscape no alcanza sus prestaciones actuales, aunque les aseguro no por ello es un software desdeñable.


Veamos. Un usuario avezado de los programas arriba mencionados en seguida empezará a echar de menos aspectos y funciones ya frecuentes en el campo del diseño vectorial informatizado. A mí me ha pasado, por ejemplo, con la multipágina, ya que en Inkscape nos tenemos que conformar con una única página para nuestro diseño. Contamos no obstante con numerosos efectos para adornar nuestra composición, aunque con la pega de que muchos de ellos no permiten apenas personalización y que su uso reiterado hará resentirse a las máquinas menos potentes.

Para la creación y manipulación de objetos observamos una gama de herramientas bastante completa. Podemos combinar, agrupar, superponer y transformar de manera bastante sencilla, hacer uso de capas y ocultar y bloquear el contenido de las mismas. Son funcionalidades bastante corrientes pero que confieren potencia y prestaciones. También podemos trabajar con las clásicas rejilla y línea guía para ajustar los elementos de nuestra composición aunque echo de menos opciones de alineamiento de entidades.

En cuanto a la creación y edición de textos diremos que una vez convertidos en vectores podemos aplicarles los mismos efectos que a cualquier otro objeto, ya sean distorsiones, sombras o perspectivas. También es posible alinear texto con una curva sin que deje de ser editable. No anda sobrado de posibilidades pero teniendo en cuanta el tipo de herramienta de que se trata pedirle más quizá ya sería demasiado.

Por supuesto, podemos exportar nuestro diseño a formato birmap para hacerle posteriores retoques con GIMP. Y para quien disponga de los conocimientos adecuados también dispone de un pequeño editor XML. En resumidas cuentas, yo lo veo como una aplicación eficaz y potente dentro de sus posibilidades, con las limitaciones propias del medio, pero habida cuenta de su coste cero más que valorable si queremos comenzar a hacer pinitos en el terreno del diseño gráfico vectorial. Y con facultades para satisfacer a usuarios más avanzados.

viernes, 9 de agosto de 2013

Gimp, pese a los esfuerzos Photoshop no tiene rival

GIMP (GNU Image Manipulation Program) lleva tiempo postulándose como la única alternativa libre al afamado Photoshop, y observo que recibe muchos empujones desde la red por parte de voluntariosos linuxeros, demasiado deseosos quizá de ver algo que en realidad no existe. Para quien ha utilizado el software de Adobe de manera profesional GIMP es un pobre sustituto, no vayamos a engañarnos. Ya sea por sus operativas de manejo o por el alcance de sus herramientas.

Ya quisiera pronunciarme de otro modo pero cada vez que tengo que utilizar GIMP solo acabo echando en falta Photosohop. Ojo, esto no significa que sea un programa insuficiente para el usuario medio, no digamos para un novato. Les hablo desde una perspectiva de alguien que ha trabajado profesionalmente (hace tiempo, pero quien tuvo retuvo) en el campo del tratamiento de imagen.



Lógicamente, me tengo que dirigir al usuario de tipo medio que nunca entró en las profundidades de Photoshop, y para él las noticias son buenas: GIMP dispone de las suficientes herramientas y utilidades para lograr resultados profesionales sin eternizarse con el aprendizaje. Siempre y cuando renuncien a la complejidad que ofrece su modelo privativo.

La versión que tengo instalada es la 2.6 para Debian 6, la cual no creo que difiera mucho de la que uno disponga en Debian 7 o en los últimos Ubuntu. Y por poner algunos ejemplos que considero mejorables cabría referirse a los umbrales de selección de pixels, claramente insuficientes, los limitadísimos efectos de capa, lo poco trabajado de muchos de sus filtros y una caja de herramientas principal en la que se echan de menos mayores opciones de control. Son defectillos que pueden pulirse combinando herramientas para llegar al mismo fin, aunque invirtiendo más trabajo y tiempo.

Pero repito, después de trabajar ampliamente con Photoshop, GIMP no admite comparación. Eso sí, ha copiado en modelo de paletas de herramientas flotantes que en aquel ya resulta molesto desde hace muchas versiones. Pero si dejamos al margen estas comparaciones estamos ante un software que cumple con creces con muchas exigencias hasta un grado de complejidad bastante aceptable.