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jueves, 11 de febrero de 2016

Como seguir utilizando DraftSight en máquinas de 32 bits

Los que nos quedamos obsoletos lo tenemos crudo. La última versión de DraftSight, quizá el software de CAD libre más completo hasta la fecha, solo está pensado para arquitecturas de 64 bits. Para los que aún aguantamos con PC's antiguos no es posible correr un programa de 64 bits en un sistema de 32 bits, así que Dassault Systemes nos hizo una jugarreta de las buenas. Pero es raro no encontrar soluciones a cualquier problema que uno tenga en GNU/Linux.

Primeramente necesitamos un archivo de instalación original de DraftSight 32 bits, el cual ya no podemos encontrar en su página de descarga oficial. Si tienen la suerte de conservarlo entonces utilícenlo, lo instalan con Gdebi, por ejemplo, y a continuación viene lo bueno.

Hay que crear un script con el editor de textos que mas rabia les de, Gedit mismamente si no quieren salir del entorno gráfico. Y escriben en él lo siguiente:

#!/bin/sh 

sudo date -s 'last year' 
sudo date -s 'last year' 
exec /opt/dassault-systemes/DraftSight/Linux/DraftSight & sleep 60 
sudo date -s 'next year' 
sudo date -s 'next year'

Hay que guardarlo y darle un nombre, por ejemplo DS.sh y luego darle permisos de ejecución con el comando chmod:

sudo chmod +x DS.sh

Y a continuación se van a la terminal, se posicionan en la carpeta que tenga alojado el script y teclean:

./DS.sh

Y ya lo tienen. Básicamente, el script lo que hace es convencer al programa de que nuevamente están en 2014 cambiando temporalmente la fecha del PC. Esto es necesario porque la licencia tiene validez de un año a partir de su fecha de salida, que fue en 2014, pero una vez que cerremos la sesión y finalice el script el sistema vuelve a cambiar a la fecha actual.

Supongo que también valdría utilizar el comando date para cambiar la fecha del ordenador pero eso podría entrañar algún tipo de conflicto con otros programas si luego se les olvida restaurarla, así que no lo recomiendo.

Si quieren más detalles pueden encontrarlos aquí.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Tupí, proyecto libre de animación bidimensional

El campo de la animación en dos dimensiones no podemos decir que sea muy fértil en lo que a GNU/Linux se refiere. Lo más eficaz se llama Synfig Studio y ya lo tratamos en una entrada anterior así que los productos parecidos que encontremos siempre van a suponer movernos en terrenos más rocosos en los que conseguir resultados será más difícil. Pero esto no significa que no podamos sacar partido de lo que hay, así que por este motivo merece la pena echarle un vistazo a Tupí.

Estamos ante un programa de animación 2D con un aspecto bastante naif, como si hubiese sido pensado para la creación de dibujos animados. En seguida pienso en Synfig pero una rápida ojeada me revela que nos quedaremos algo lejos del sucedáneo para Linux de Flash.


Tal es su simplicidad que no tardamos en empezar a crear objetos y otorgarles movimiento mediante la herramienta Tweening. Esto juega en su contra de cara a los usuarios más avanzados pero créanme que es la imaginación la que le puede sacar partido de un software como este más que la sobreabundancia de paletas y menús. Luego podremos exportar nuestras animaciones a diversos formatos como GIF, AVI, MPEG o MOV entre otros. Y si queremos dibujar de forma más compleja podemos hacerlo en Inkscape y después importar a Tupí el archivo SVG de aquel programa de diseño vectorial. Combinar ambas herramientas multiplica las funcionalidades y los resultados.

La verdad es que uno se hace rápido con Tupí así que lo mejor es que lo instalen desde los repositorios con el querido apt-get (o aptitude) y lo comprueben por ustedes mismos. Eso sí, les aviso que está en fase beta y que puede hacerles alguna trastada en forma de cierre súbito o ignorando sus intentos de exportación (mi primera animación no he conseguido sacarla en GIF, por ejemplo, aunque sí en AVI). Pero este es un proyecto que resulta simpático y cuya evolución futura debería ser tenida en cuenta para todo aquel amante del diseño y el software libre.

domingo, 23 de febrero de 2014

QCad, intentando remontar el vuelo

En el pasado QCad fue una aplicación pionera en GNU/Linux en lo tocante al software de CAD en dos dimensiones. Siempre fue bastante primitivo al lado de los grandes, al menos la versión open source, así que, en paralelo, la empresa RibbonSoft fue desarrollando una versión de código cerrado con más prestaciones. Con el tiempo el QCad libre se fue quedando estancado hasta que una comunidad de programadores decidió darle un nuevo impulso, marcando distancias con los creadores del software original, bajo el nombre de LibreCAD (del cual ya hemos hablado aquí).

Ahora, los creadores de QCad, vista la aceptación que LibreCAD está obteniendo en círculos especializados (dentro de la escasa oferta existente en este campo), ha decidido volver a potenciar la versión open source de su producto, la 3.4.6. Pero no descorchemos el champán porque no estamos sino ante una versión de evaluación (trial) de su equivalente de pago. Y como lo que interesa a una versión comercial es vender, las numerosas herramientas no disponibles, relativas a la exportación de archivos, creación de atributos y otras que marcan la diferencia entre un triste remedo del software existente para Windows y algo más serio, son de pago.


La semejanza con LibreCAD es más que apreciable, por supuesto, de modo que ponernos a analizar su operatividad supondría volver a trabajar sobre lo mismo. A simple vista destacan unos menús más poblados y con iconos, mientras que los de su ahora oponente solo son de texto. En ellos también se nos ofrece el atajo de teclado para cada comando, que siempre es de agradecer. El cálculo de distancias es más interactivo, similar al de las últimas versiones de AutoCAD, mientras que en LibreCAD todavía tenemos que fijarnos en la línea de comandos. Y las opciones de exportación, tengan o no coste adicional, se limitan a DXF, PDF o mapa de bits. En definitiva, se nota un producto visualmente más trabajado, operativamente actualizado pero con los inconvenientes de que herramientas claves están capadas y su conectividad con otros software del ramo es limitada.

No obstante, para una pequeña empresa no deja de ser una opción estimable ya que la versión profesional solo cuesta 32 €. Además, la facilidad y sencillez de aprendizaje y manejo están garantizados. Mientras, con esta versión de evaluación nos podemos hacer una idea rápida de hasta donde podemos llegar con QCad.


Instrucciones para su ejecución: una vez descargado el fichero de extensión .RUN hay que darle permiso de ejecución desde el terminal de comandos con

sudo chmod +x nombre_del_fichero.run

A continuación ejecutamos

sh nombre_del_fichero.run

y el programa se instalará.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Synfig Studio, animaciones vectoriales al estilo Flash

Uno de los campos que más juego ha dado en los últimos años dentro del mundo del diseño gráfico es el del diseño web. Las animaciones Flash son conocidas por cualquier internauta medio, así como los problemas que surgen  por los conflictos que su reproductor provoca. Es este área se mueve Synfig Studio, una herramienta para GNU/Linux que opera con animaciones vectoriales orientadas a la web.

Disponible en los repositorios de su distribución favorita, la mecánica básica de este software es sencilla y conocida para quienes hayan trabajado alguna vez con Flash: animaciones 2D con un punto de partida y un punto final en las que el programa se encarga de generar los pasos intermedios. Quizá Synfig Studio sea algo menos intuitivo que Flash (el que yo conocía aún era conocido como Macromedia Flash) pero, al menos para nuestras primeras animaciones bastan unas nociones básicas que podemos encontrar fácilmente por la red.


Como ocurre con todo lo relativo al diseño, la eficacia de esta aplicación la determina en gran medida la imaginación del usuario. Sabemos que podemos crear fotogramas clave en los que producir cambios en la animación como deformaciones, morphing, desplazamientos, interpolaciones de movimiento, cambios de color, movimiento a través de trayectoria, bucles... También admite elementos como gradientes y dispone de capas de efectos como distorsiones y fractales. Quizá cueste un poco hacerse a la ubicación de las herramientas y aprender como funciona cada una pero no debería ser un obstáculo si queremos usar Synfig Studio.

Podemos salvar nuestras animaciones a vídeo en formato GIF o MPEG como los más conocidos, o en sucesión de fotogramas individualizados, modificando los frames por segundo y la resolución final a nuestro antojo. También podemos cargar scripts que nos ayuden en el proceso si lo creemos necesario. Como aspecto negativo destacaría la disposición de ventanas y paletas, cada una por su lado, cosa que siempre me disgusta. También echo de menos poder salvar las animaciones en formato SWF de Flash.

Puede que esta aparente ser una aplicación de escaso perfil profesional pero, como ya he dicho, la imaginación es el límite. No es necesario disponer de las más modernas herramientas cuando se tienen buenas ideas y ganas de llevarlas a la práctica. Y en tal caso, Synfig Studio es un programa que merece la pena probar.

sábado, 6 de julio de 2013

Medusa4, ingeniería alemana

Las posibilidades de este blog se agotan ya que no hay mucho material más que reseñar que merezca la pena. Entre que no soy capaz de instalar algunas aplicaciones (Brlcad y Sagcad) o que las que tengo a disposición en última instancia no funcionan (Sketch Up bajo Wine), he visto reducido tanto mi campo de acción que he abierto las posibilidades del blog al software de diseño gráfico. A partir de ahora este blog se llamará "Diseño y CAD en Linux" y también trataremos otro tipo de herramientas enmarcadas en el mundo del diseño informatizado. En la medida de lo posible también pasarán por aquí programas de tratamiento de imagen, diseño vectorial, maquetación e ilustración que encuentre relevantes dentro de un entorno GNU/Linux.

No obstante aún me queda un as en la manga del CAD llamado Medusa4. Este software alemán está orientado a la ingeniería y, sobre el papel, tiene buena pinta. Cuenta con tres versiones distintas para descarga libre previo registro desde su web oficial, siendo la versión Personal 5.1.2 la que he probado. Tan solo es necesario facilitar una serie de datos entre los que están la dirección de email y la dirección física de la máquina donde se va a descargar (la cual averiguaremos con el comando de consola ipconfig -a). Recibiremos vía correo-e un número de licencia con vigencia de un año renovable gratuitamente y, a cambio, obtendremos el programa completo aunque ligeramente capado. Concretamente, la facultad de salvar el dibujo a formatos como .dwg, .dxf y .pdf está desactivada, lo cual no es moco de pavo, aunque se pueden solicitar los módulos necesarios por unos pocos euros.

El programa en sí nos recibe con un entorno de trabajo bastante prometedor, encontrando un buen número de herramientas en su parte izquierda ordenados en varias paletas. Por supuesto, no existe versión en español así que la he probado en inglés, con la dificultad añadida que supone. Pero todo es acostumbrarse.



Una vez que profundizamos uno se percata de que no estamos ante un clónico de AutoCAD, para desgracia de muchos. Determinadas operativas las encontramos más dificultosas, como el uso de puntos de referencia o la manipulación y modificación de geometrías, y tampoco he hallado el modo de introducir coordenadas para la creación y edición de entidades. Tenemos las herramientas clásicas para desplazar, rotar, simetrizar y estirar, así como alargado, recorte y equidistancia de líneas. Luego disponemos de otras que deben ser apropiadas para diseño mecánico porque no estoy familiarizado con ellas. Cuenta con un sencillo gestor de capas, herramientas de texto, líneas de construcción y trae consigo un módulo paramétrico que facilita la creación de variantes a partir de un dibujo prototipo.

Medusa4 ofrece también un módulo para 3D pero que no está incluido en la versión personal (aquí podemos ver los módulos incluidos y los opcionales). También está habilitado para trabajar con ficheros raster, dispone de herramientas inteligentes de edición de geometrías y sus paletas de herramientas son personalizables. Otro punto a favor es que trae blibliotecas de símbolos, aunque siempre relacionadas con el mundo de la ingeniería.

Para un usuario medio quizá le sea algo más costoso hacerse con este programa a tenor de las diferencias existentes con la mayoría del software tratado en esta bitácora. Digo esto desde la perspectiva de un habitual del CAD orientado a arquitectura, que quede claro. Aún así, seguro que no solo este tipo de usuarios echarán en falta determinados procedimientos y herramientas presentes en los programas de CAD más asentados. Los menús tampoco es que estén abarrotados de opciones precisamente, lo que unido a lo anterior me lleva a concluir que, aun gozando de interés y teniendo un aspecto muy profesional, no es este el mejor programa de CAD bajo entorno Linux que ha pasado por mis manos.

Añado finalmente que este software se ejecuta desde la terminal, por mucho que se le invoque desde un icono de panel o del escritorio; al permanecer aquella abierta hay que tener cuidado de no cerrarla por error y acabar abruptamente nuestro trabajo. Y que para instalarlo hará falta instalar previamente un intérprete de comandos para la shell que puede ser sch o tsch. De esta forma:

# sudo apt-get install csh   (para Debian y derivados)

# yum install tsch   (para Red Hat y derivados)

Así podrán ejecutar el fichero con extensión .sh que obtendrán para instalar Medusa4.

Descargar última versión de Medusa4.

martes, 4 de junio de 2013

BricsCAD, el mejor clónico de AutoCAD es de pago

Si buscamos un programa de CAD integral en entornos GNU/Linux, completo en 2D y con un 3D mínimamente solvente no tenemos más remedio que rendirnos a la evidencia y acudir al software de pago. Es duro para todo seguidor de la filosofía del software libre pero así están las cosas hoy día, y dentro de ese Contexto BricsCAD es uno de los productos que más lejos llega.

Estamos ante otro clónico del, aparentemente, eterno AutoCAD que, sin haber llegado tan lejos, goza de las suficientes atribuciones para estar en la cúspide de las aplicaciones de dibujo arquitectónico hechas para Linux. Mucho de lo que en su día dijimos del Ares Commander Edition es aplicable a BricsCAD. Sin embargo, encuentro aún mayor sintonía entre el referente al que siempre aludimos y el software objeto de la presente entrada.


No quiero repetir lo ya dicho para otras herramientas aquí tratadas para evitar redundancias (pueden consultar la reseña de DraftSight para tan fin) así que me contentaré con decir que para la delineación en 2D BricsCAD viene sobradamente preparado y cumple con las expectativas más exigentes. Si pensábamos que DraftfSight era completo, añadámosle además el 3D porque así obtendremos BricsCAD. En esta faceta, su retahila de herramientas cubre tanto la creación se mallas como la de sólidos, así como su edición booleana, vistas en perspectiva, iluminación y asignación de materiales. Que nadie espere resultados como el de un 3dsMAX pero ni falta que le hace porque competir a ese nivel no es ni mucho menos el objetivo de sus creadores.

También podemos crear scripts para automatizar operaciones y cargar guiones en distintos formatos entre los que se encuentra el .LSP de AutoLISP, el clásico lenguaje de programación de AutoCAD. También, por supuesto, podemos guardar nuestro trabajo en formato .DWG. En BricsCAD Platinum 13.1.14, que es el objeto de esta reseña, admite hasta la versión de AutoCAD 2010. Y no se crean que el análisis se queda aquí porque me dejo cosas en el tintero, pero con lo visto creo que es más que suficiente para hacernos un juicio más que rotundo.

Tanta diversidad y profusión quizá juegue un tanto en su contra al hacerlo más complejo de manejar, pero no es nada fuera del alcance de cualquier usuario medio de programas de CAD. Si uno está dispuesto a pasar por el aro de pagar licencias, visto lo visto hasta el momento, esta sería muy posiblemente la primera opción a manejar, precios al margen. No tienen más que descargar la versión libre por treinta días y comprobarlo.

Descargar BricsCAD.

lunes, 27 de mayo de 2013

DraftSight, quizá el CAD en 2D más completo

La primera vez que probé DraftSight me sorprendí de lo poco que había visto mencionar este programa en mis búsquedas por la red tras la pista de alternativas a AutoCAD. Un programa de CAD gratuito, solo para dos dimensiones pero muy completo, intuitivo y con una semejanza al omnipresente AutoCAD que garantiza un aprendizaje rápido para el usuario medio. En efecto, no tardé en ver en subsiguientes correrías por Internet como las alusiones a DraftSight aumentaban, casi siempre para alabar sus virtudes y su firme posicionamiento como la opción solvente que esperabámos dentro del entorno libre.

¿Estamos ante la alternativa definitiva en GNU/Linux? Qué más quisiera. Baste señalar que la versión individual, que es la gratuita, carece de 3D y está orientada al uso doméstico, por lo que no tiene autorización para ser empleada con fines comerciales. En otras palabras, un estudio de arquitectura estaría incurriendo en la misma ilegalidad si utilizara este DraftSight para realizar sus proyectos que si usara un AutoCAD pirateado. ¿De qué nos sirve entonces, se preguntarán?



Bueno, siempre se puede pagar para obtener la versión de empresa, que tampoco tiene 3D. ¿Que no quieren? Entonces aténganse a las consecuencias si usan la versión individual para impulsar su negocio.

Entrando ya en materia técnica, empecemos diciendo que DraftSight viene avalado por Dassault Systèmes, la compañía de software responsable de Solid Works, uno de los principales productos de CAD en 3D orientados al diseño mecánico e industrial. ¿Entienden ahora por qué ni la versión para empresa cuenta con herramientas para dibujo tridimensional?

En principio el respaldo de una corporación como esta es una garantía, pero profundicemos un poco más. DraftSight cuenta con todas y cada una de las herramientas que uno espera encontrar en un paquete de CAD para dibujo arquitectónico en dos dimensiones. Prácticamente no echamos nada en falta, y el modus operandi de sus paletas de herramientas y menús es calcado al de AutoCAD. Por mencionar aquello que no siempre es frecuente en otros productos ya analizados en este blog, digamos que es posible introducir órdenes por teclado y puntos por coordenadas, relativas y absolutas; podemos personalizar comandos con atajos de teclado, utilizar bloques y referencias externas, manejar capas, incrustar imágenes, definir estilos de cota y línea personales, trabajar en espacio modelo y espacio papel y asignar atributos a bloques; las variables de entorno son configurables, nos permite automatizar tareas mediante scripts, trabajar en formato DWG y admite una notable personalización. Ciertamente, cumple muy bien en lo tocante a la delineación bidimensional, lo suficiente para considerarlo un clónico de esa piedra de toque llamada AutoCAD. Nadie que haya trabajado en éste último tendrá el menor problema en habituarse al entorno de trabajo de DraftSight.

Puntos en contra, lo ya expuesto: el 3D si está ni se le espera (para eso Dassault Systèmes ya tiene Solid Works...aunque no para Linux) y su uso comercial está restringido. Por otro lado, leo en Internet que el formato DWG en que podemos salvar los dibujos no es legible por AutoCAD. Yo he salvado un fichero en versión 2004-2007 y lo he podido abrir en AutoCAD 2007 con total reconocimiento de entidades. Eso sí, antes te advierte que no es un formato DWG desarrollado por Autodesk, pero no implica ninguna otra restricción. A la inversa tampoco he tenido mayor problema. DraftSight 2012 admite ficheros DWG hasta la versión 2010 de AutoCAD; quizá si empleáramos una posterior de éste último sí podríamos tener problemas, pero no es algo que haya comprobado sobre el terreno.

Así que ustedes deciden. A mí me parece un buen software para arquitectura en 2D, quizá el mejor que he probado bajo GNU/Linux. ¿Tanto como para pagar por él y actuar conforme a la legalidad?

Descargar DraftSight.

domingo, 19 de mayo de 2013

Ares Comander Edition, un CAD completo pero no libre

Cuando hablamos de CAD para entornos GNU/Linux no siempre nos referimos a software libre que cualquiera puede descargar de internet. Existen programas de pago que, en ocasiones, son la única alternativa, y hay que pasar por el aro si queremos disfrutar de unas prestaciones de las que normalmente carecen las aplicaciones gratuitas. Así que hoy hablaremos de Ares Comander Edition.

Se trata de un software con toda la pinta de ser un clónico de AutoCAD. La disposición de menús, el aspecto de las paletas de iconos, los atajos de teclado e incluso las variables de entorno recuerdan indefectiblemente al gigante de Autodesk. Estamos pues ante todo lo que un usuario de CAD estándar podría desear en GNU/Linux.


Sus paletas laterales de herramientas son bastante completas, incluyendo las opciones habituales de creación y edición de entidades. Permite el manejo de bloques y referencias externas, empleo de cotas con múltiples opciones de edición, creación de regiones y representación en espacio papel. Todo muy AutoCAD style.

En cuanto al 3D, podemos crear tanto superficies planas como objetos sólidos, y realizar operaciones booleanas con estos últimos. También podemos renderizar nuestro modelo con un sombreado Gouraud discreto pero suficiente.

Ares Commander Edition parece cubrir, repito, todas las necesidades del usuario medio. El paquete descargable permite elegir entre una instalación sin posibilidad de guardar ni imprimir el trabajo o una completa pero solo válida durante 30 días. No es lo que los usuarios de GNU/Linux desearíamos pero hay que contemplar todas las posibilidades.

Descargar Ares Commander Edition.

domingo, 5 de mayo de 2013

ZCad, el CAD llegado del este de Europa

No abunda el software de CAD en GNU/Linux que incluya el diseño en 3 dimensiones. Cuando llegó a mis manos ZCad lo tomé con las lógicas precauciones. Después de un rato no he conseguido crear ningún objeto tridimensional, tan solo he podido visualizar lo poco que he dibujado en isométrico, pero hay detalles que no me animan a seguir profundizando.


En lo que a la delineación básica se refiere, llama la atención la escasez de herramientas de edición. Podemos copiar, mover, rotar, escalar y hacer simetría con las entidades, pero no veo por ningún sitio otras herramientas clásicas de este tipo de programas, como las que permiten hacer chaflanes, empalmes, alargar líneas, dividirlas en segmentos o partirlas por puntos. De opciones más complejas mejor ni hablamos.

Visualmente, su pantalla principal destaca por la cantidad de espacio desperdiciado entre la línea de menús y el área de dibujo. Otro punto desagradable es que podemos eliminar tanto los menús desplegables de la izquierda como las barras de herramientas, pero si los volvemos a invocar aparecen en ventanas diferentes no acopladas, lo que es todo un engorro. Imagino que a medida que uno va conociendo el programa va solucionando estas cosillas, pero si de entrada te encuentras con ello no es precisamente una invitación para continuar. No, habiendo productos mejores al alcance de un par de clicks.

Como reza el título de la entrada, ZCad proviene de Rusia (su página oficial es inequívoca) y, aunque el programa está en inglés, no todo ha sido traducido. A veces uno se encuentra con un letrero de diálogo en caracteres cirílicos que te deja completamente descolocado. Si a todo lo anterior le añadimos que la actual v0.9.8 es una unstable version, esto es, una versión de prueba que corre el riesgo de fallar en el momento más inapropiado, convenimos en que ZCad no es el objeto de deseo que nos gustaría tener delante.

Pero...¿no podemos entresacar ninguna cualidad destacable? Para mi gusto, lo reflejado hasta el momento ya lo deja por detrás de Draftsight o LibreCAD. Si acaso podríamos resaltar la posibilidad de guardar nuestros dibujos en formato DWG de AutoCAD (aunque ignoro en qué versión), aparte del clásico formato de intercambio DXF. Y, hombre, se nota que hay trabajo y buenas intenciones detrás, sobre todo en lo tocante al panel descriptivo Object inspector. Pero en los minutos que llevo con él no he sido capaz de crear una superficie 3D, ni extrusionar una polilínea cerrada, ni crear una primitiva elemental tras buscar por los menús y las barras de iconos. Si alguien que lleva años en este mundillo no es rápidamente capaz de algo tan esencial es que el software no está bien perfilado. Señores de ZCad, sigan trabajando en ello porque hay buenos mimbres, pero tengan bien a punto la pulidora de detalles porque les va a hacer falta.

Descargar ZCad.

jueves, 25 de abril de 2013

Archimedes, un CAD demasiado simple

En mi periplo por la red buscando programas de CAD para entornos Linux he dado con Archimedes, y tras unos minutos con él poco tarda uno en percatarse de sus limitaciones.

Su pantalla de inicio te recibe con un rojo chillón bastante chungo como color de fondo, y la parquedad de sus menús ya hace presagiar que esta no será precisamente tu experiencia definitiva en el mundo del CAD.


Podemos dibujar líneas, polígonos y polilíneas, estirar, desplazar, recortar, hacer simetrías, equidistar, escribir y editar texto, introducir órdenes por teclado... Lo básico, vaya, para funcionar en 2 dimensiones. Pero muy básico. Ni siquiera permite exportar a un formato legible por otro programa de rango superior.

En fin, que no da para mucho más, ni siquiera para extender esta entrada. Seguiremos buscando.

viernes, 19 de abril de 2013

LibreCAD, todo un clásico

Cuando a un usuario de Linux le preguntan por un software libre para CAD el primer nombre que se viene a la cabeza suele ser QCad. Como suele ocurrir, existe una versión libre y otra más completa de pago, y de la primera se derivó LibreCAD, la herramienta que ahora nos ocupa. Es una aplicación que funciona en 2D y sus parámetros están basados en el omnipresente AutoCAD, o eso es lo que te dicen.

A mí, como usuario de AutoCAD durante años, me cuesta más hacerme a la disposición de menús y barras de botones que en otras aplicaciones libres como Bricscad o DraftSight, claramente clónicas del estándar de Autodesk. No es que cueste mucho, porque el programa es bastante simple, pero ya supone un pequeño obstáculo que, entrada, no gusta. De hecho, la barra de herramientas principal, que aparece en el lateral izquierdo de la pantalla, recuerda más a MicroStation.


Profundizando más, LibreCAD contiene todo lo necesario para realizar pequeños proyectos en dos dimensiones. Se pueden crear e insertar bloques, manejarse con capas, usar polilíneas, emplear cotas y todo aquello que nos resulte propio de la delineación básica informatizada. Podemos teclear comandos por teclado para, por ejemplo, introducir coordenadas, pero apenas permite cierta personalización. Se echan de menos, además, otras características como la dualidad espacio modelo/espacio papel, las referencias externas o la asignación de atributos.

Aparte del formato propio podemos exportar nuestro ficheros a DXF, aunque los habituales de esta forma de trabajar conocemos sus pegas en el reconocimiento de entidades. Estamos, pues, ante una aplicación de muy bajo perfil pero suficiente para emprender pequeños proyectos que no requieran grandes exigencias.

Para instalar LibreCAD solo tenemos que abrir un terminal de comandos y teclear:

sudo apt-get install librecad

lunes, 25 de marzo de 2013

AutoCAD WS, el poder de la nube

Para empezar vamos a ir con algo liviano pero a la vez potente. Se trata de una implementación de AutoCAD que yo he descargado desde la Web Store de Google y es instalable gratuitamente desde el navegador Google Chrome en Ubuntu. Se trata de AutoCAD WS, un AutoCAD en la nube. Por supuesto, algo como eso no podía dar mucho de sí y las limitaciones de este software son muchas. En primer lugar no está permitido crear ficheros nuevos, aunque sí permite editar archivos propios, tengan o no contenido previo, desde cualquier dispositivo. De esta forma uno puede ponerse a dibujar con las herramientas básicas de dibujo y edición 2D que cualquier programa de CAD que se precie posee, pero con estilo y la elegancia de un software de Autodesk.


Uno tarda poco en percatarse de hasta donde puede llegar con Autocad WS. Existe la posibilidad de insertar referencias externas, bloques e imágenes, trabajar con polilíneas y acotar en modo muy elemental, así como utilizar sombreados. Veo que hay una limitación de selección de entidades por lo que es deducible que también la haya para crearlas. Es un AutoCAD muy capado, cosa lógica por otra parte.

Rápidamente vemos que la impresión por defecto es en PDF, la cual funciona bien. La otra alternativa es registrarse en HP DesignJet ePrint & Share, cosa que no he hecho, pero debe ser una especie de servidor de impresión online. También se puede exportar el dibujo a formato imagen o a DXF.

La velocidad de trabajo no es envidiable, pero mi PC tampoco fue adquirido precisamente ayer. En cualquier caso, este es un producto concebido para visualizar ficheros de AutoCAD y realizar una edición rápida se encuentre uno donde se encuentre gracias al poder de la nube. Y para abrir boca ante quien tenga en mente adquirir el producto completo de pago. También está disponible para iOS y Android en, por ejemplo, una tablet.

En fin, una opción interesante para dispositivos portátiles en los que se quiera mostrar un fichero DWG y/o editar un dibujo con rapidez y simplicidad.