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sábado, 17 de enero de 2015

Como poner reborde negro al texto en GIMP

Uno de los aspectos más frustrantes de GIMP si lo comparamos con Photoshop es que con el primero a veces hay que dar algún que otro rodeo de más para llegar al mismo resultado que con el segundo. Por ejemplo, algo tan simple y utilizado en el mundo del diseño como es un texto con borde exterior, en el programa de Adobe tiene su comando específico, que además es muy configurable. En GIMP la cosa no es que sea muy compleja pero los pasos a dar son algunos más.

Empecemos con una imagen cualquiera libre de derechos de autor de las que podamos encontrar por la red.


Ahora vamos a crear el texto con la herramienta correspondiente de la paleta principal. Cuando lo tengamos, duplicaremos la capa; después renombramos el duplicado para no confundirnos y con la flecha del ratón encima hacemos click en el botón derecho. Aparecerá el menú contextual y elegiremos la opción Alfa a selección. El texto aparecerá seleccionado por una línea a puntos en movimiento.


Con la nueva capa seleccionada vamos al menú Seleccionar > Agrandar (Grow) y le agrandamos la selección dos píxeles. Luego establecemos el negro como color de frente, vamos al menú Editar > Rellenar con el color de frente y ya tenemos nuestro flamante texto blanco con reborde negro. Podemos cambiar de color o de ancho de borde, por supuesto.


No es tan instantáneo ni versátil como en Photoshop pero el resultado es prácticamente el mismo. Y una vez nos acostumbremos el tiempo invertido tampoco será mucho mayor.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Krita, una herramienta para ilustradores

Dentro de los entornos GNU/Linux la aplicación de retoque fotográfico que más recorrido tiene viene siendo GIMP, de la que ya hablamos en este blog. No obstante, existe un software que pretende arrebatarle ese cetro y no es otro que Krita. Su argumento diferenciador es que está más orientado a la ilustración partiendo desde cero más que al retoque, pero puede servirnos para ambas cosas dependiendo de nuestra habilidad con los pinceles.

Vaya por delante que no creo que estemos hablando de realizar una ilustración "a mano alzada" utilizando el ratón. Lo he intentado y les aseguro que son instantes lo que uno tarda en darse cuenta que esa no es manera. No es mi mundo pero no es difícil suponer que para algo están las tabletas digitalizadoras con sus lápices ópticos.



Cuando uno abre una imagen con Krita y empieza a buscar opciones para trabajar rápidamente detecta que los menús están menos poblados que en GIMP. No es algo necesariamente malo si objetamos de nuevo las intenciones con las que parece creado este software. De primeras me fijé en que las herramientas de selección propias de un programa de retoque fotográfico (lazo, varita mágica, polígono...) no existen, y otras opciones habituales de ajuste de imagen las ventila someramente en un submenú de filtros. Dichos filtros tienen opciones ya conocidas pero en menor cantidad y variedad. No parece éste Krita que sea un serio competidor para GIMP.

Por contra, observo que el fuerte de Krita son los tipos de pinceles a nuestra disposición, muy numerosos y susceptibles de serles aplicados también un buen número de filtros. Está claro que su apuesta  es más por la creación, ya sea desde cero o a partir de algo ya hecho, que la simple modificación de un modelo. Esa me parece la vocación con que fue creado y lamento no disponer de tableta ni de tiempo para explorar más en profundidad sus posibilidades en el campo de la ilustración. La imaginación del usuario es, probablemente, la mayor limitación de este programa.

Si quieren saber más les invito a que lean este artículo, bastante pormenorizado. Y sus comentarios.

viernes, 9 de agosto de 2013

Gimp, pese a los esfuerzos Photoshop no tiene rival

GIMP (GNU Image Manipulation Program) lleva tiempo postulándose como la única alternativa libre al afamado Photoshop, y observo que recibe muchos empujones desde la red por parte de voluntariosos linuxeros, demasiado deseosos quizá de ver algo que en realidad no existe. Para quien ha utilizado el software de Adobe de manera profesional GIMP es un pobre sustituto, no vayamos a engañarnos. Ya sea por sus operativas de manejo o por el alcance de sus herramientas.

Ya quisiera pronunciarme de otro modo pero cada vez que tengo que utilizar GIMP solo acabo echando en falta Photosohop. Ojo, esto no significa que sea un programa insuficiente para el usuario medio, no digamos para un novato. Les hablo desde una perspectiva de alguien que ha trabajado profesionalmente (hace tiempo, pero quien tuvo retuvo) en el campo del tratamiento de imagen.



Lógicamente, me tengo que dirigir al usuario de tipo medio que nunca entró en las profundidades de Photoshop, y para él las noticias son buenas: GIMP dispone de las suficientes herramientas y utilidades para lograr resultados profesionales sin eternizarse con el aprendizaje. Siempre y cuando renuncien a la complejidad que ofrece su modelo privativo.

La versión que tengo instalada es la 2.6 para Debian 6, la cual no creo que difiera mucho de la que uno disponga en Debian 7 o en los últimos Ubuntu. Y por poner algunos ejemplos que considero mejorables cabría referirse a los umbrales de selección de pixels, claramente insuficientes, los limitadísimos efectos de capa, lo poco trabajado de muchos de sus filtros y una caja de herramientas principal en la que se echan de menos mayores opciones de control. Son defectillos que pueden pulirse combinando herramientas para llegar al mismo fin, aunque invirtiendo más trabajo y tiempo.

Pero repito, después de trabajar ampliamente con Photoshop, GIMP no admite comparación. Eso sí, ha copiado en modelo de paletas de herramientas flotantes que en aquel ya resulta molesto desde hace muchas versiones. Pero si dejamos al margen estas comparaciones estamos ante un software que cumple con creces con muchas exigencias hasta un grado de complejidad bastante aceptable.